
Nunca apuestes contra Estados Unidos. La crisis sanitaria del coronavirus continuaba en plena efervescencia cuando el mítico inversor de Omaha, Warren Buffett, lanzaba este contundente mensaje a sus inversores en su carta anual de 2021. Un consejo que rápidamente se haría aforismo y del que beben los mercados año tras año. Si se tiene en cuenta que, cuando el panorama macro es favorable, Wall Street ensancha músculo y que, cuando vienen curvas, es también el que cuenta con más capacidad para recuperarse, este pronóstico se vuelve evidente.
Al calor de la tecnología, las cotizaciones de los principales índices americanos están en máximos anuales y niveles que no visitaban desde hace 15 meses, con una subida de más del 15% para el S&P 500, y del 31% para el Nasdaq –de momento, su año más alcista desde 2020–. Una dinámica de ganancias cada vez más potente y que, según algunos expertos, aguantará el resto del año. "La tecnología norteamericana ha entrado en una tendencia alcista de largo plazo, las fuertes ventas vividas el año pasado se están revirtiendo y esto no ha hecho nada más que comenzar, no es descartable que veamos alguna corrección por sobrecompra, pero la tendencia es fuertemente alcista y esperamos que siga siendo así", indican desde IG.
Por su parte, Juan José Fernández-Figares, de Link Securities, achaca estas subidas al boom de la inteligencia artificial (IA), pero no tiene tan claro hasta cuándo durará esta fiebre: "Creo que, por ahora, el furor que está mostrando el mercado por todo lo relacionado con la IA va a continuar, lo que favorece al comportamiento de los principales índices estadounidenses, en el que las empresas más involucradas en este tema, principalmente las grandes tecnológicas, tienen un peso elevado. Cuánto durará esta fiebre y cuánto están dispuestos a pagar los inversores por las compañías punteras en IA, es otra historia", puntualiza.
Como condicionante, los resultados del segundo trimestre serán determinantes para la continuidad de esta tendencia alcista, según opinan desde ATL Capital:"La subida de la bolsa de EEUU, al igual que la registrada por el sector de tecnología, esta concentrada en un pequeño grupo de compañías de gran tamaño. Sin embargo, las rentabilidades del conjunto más amplio del mercado son mucho menores. Estas valoraciones del grupo de valores destacados son difícilmente sostenibles por lo que no sería extraño ver una corrección en las próximas semanas/meses. Es difícil mantener este ritmo alcista y además, sería más sano para el mercado que la subida se produjese en el resto de los valores".
En cifras, el 74% de los puntos netos que acumula el S&P 500 se concentran únicamente en siete compañías: Apple, Microsoft, Nvidia, Amazon, Meta, Tesla y Alphabet. Y es que el mayor peso de las firmas de crecimiento en este continente, frente a las value en Europa, también juega un papel importante en este contexto. "Las valoraciones relativas de la bolsa europea son claramente más atractivas que en la bolsa americana. Sin embargo, Europa tiene menos presencia de sectores de crecimiento. En el caso de que el valor vuelva a tomar el control, liderado por los valores financieros, veremos una mejora de Europa frente a Estados Unidos. Si esto no es así, es más probable que Estados Unidos termine el ejercicio por delante", estiman desde ATL Capital.
En el mismo hilo, el equipo de ATL subraya la fortaleza de la bolsa europea –con una subida del 16% anual para el EuroStoxx y del 10% para el Stoxx 600–. Sin embargo, pese a que las ganancias del S&P y el EuroStoxx están practicamente en línea, "esperamos que, a partir de aquí, la bolsa norteamericana se comporte mejor que la europea, como ya viene sucediendo desde abril de este año", advierten desde IG.
Más caro que su media
La subida en la estimación de beneficios del índice americano no sigue el ritmo a las ganancias bursátiles, y en este momento el S&P 500 se compra un 10% más caro que la media de sus últimos 20 años, con un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) actual de 20,1 veces frente a las 18,3 veces de media de las últimas dos décadas, según Bloomberg.
Su precio está prácticamente en tablas con respecto a la media de la última década, con 20,4 veces en estos últimos diez años. El BPA (beneficio por acción) del S&P así lo manda, ya que no registra ningún avance con respecto al del año pasado, sino al contrario, con una estimación de 218,33 dólares para 2023, de los 218,43 dólares del anterior ejercicio.
El Stoxx 600, por su parte, sigue manteniendo un abaratamiento de más del 25% con respecto a sus medias de la última década y últimos 20 años. En su caso, el BPA registra una casi inapreciable mejora del beneficio por acción frente a la del año anterior, de 35,14 a los 35,76 euros actuales. Para el EuroStoxx esta brecha es más grande, con un crecimiento del BPA del 6% para este año.