La sorpresa del año entre los mercados ha emergido del este, en Japón. El país del sol naciente ha sorprendido a analistas e inversores consagrándose este 2023 y, en particular, las últimas semanas, como el país con mejor comportamiento en bolsa entre los grandes del mundo. El principal índice del país, el Nikkei se ha desmarcado de sus pares este mes con un alza del 8,64%, mientras que en el cómputo global del año ya lleva una revalorización del 20,22% frente al 8% del S&P 500 o el 12,04% del Eurostoxx 50. Gracias a estos hitos, el principal índice nipón ya se encuentra en máximos desde 1991.
Los motivos para este despertar japonés son múltiples, aunque las principales explicaciones vienen de la mano de la inflación. Según destaca Daniel Maguire, gestor de renta variable de Wellington Management, el país llevaba décadas dormido económicamente por una deflación persistente que produjo "acumulación de capital y una economía sin incremento en los salarios reales y sin inversión neta". Sin embargo, ahora los precios han subido y esto ha provocado "un despertar de Japón desde su profunda hibernación" que le ha llevado a "romper con la mentalidad de que todo está más barato cada año que pasa". Desde Bank of America definen esta situación como un "ciclo inflacionario virtuoso".
Con el IPC en el 3,5% en el último mes registrado (abril), el país oriental parece estar rompiendo con una tradición de deflación intermitente, que se dejó sentir en el año 2021, en el año 2016 o desde el 2009 hasta el 2013. Axa Investment señalaba en su último informe sobre el país que los últimos datos han alertado especialmente a los inversores porque la inflación subyacente ha subido respecto al mes pasado hasta el 4,1%, marcando máximos desde 1981. Ahora los japoneses y su economía tienen más incentivos para lanzarse a la renta variable con el fin de derrotar al 'monstruo de la inflación' y no ver menguado su patrimonio.
Viendo que esta inflación les favorece, el banco central de Japón lleva meses sorprendiendo al mundo y, mientras todos los países están inmersos en alzas frenéticas de los tipos, su institución monetaria está manteniendo los tipos 'ultra laxos'. Durante su reunión de abril, su presidente anunció que deja los tipos en el -0,1% y que solo reevaluará su política monetaria letras un periodo de 18 meses.
El resultado es que en Japón, donde su mercado se quedó más rezagado en ese sentido, se encuentra ahora con que, según los analistas, sus valores están baratos en relación con sus libros y su negocio real. Desde Wellington afirman que "en comparación con el resto del mundo, el mercado de renta variable japonés, y en particular el sector de pequeña y mediana capitalización, parece cada vez más atractivo. Las valoraciones están en mínimos de la década en relación con otros mercados desarrollados".
De hecho, Mitesh Patel, Gestor de inversiones, Renta variable japonesa y Dan Carter, Gestor de inversiones, Renta variable japonesa en Jupiter AM, inciden en este punto señalando que "cerca de la mitad de las empresas japonesas que cotizan en bolsa tienen un múltiplo precio/valor contable inferior a uno". En definitiva "se trata de un mercado barato y con buenas condiciones".
Otra diferencia que además, también se ha debido a que, durante años "ha habido una ausencia de esfuerzo analítico porque casi el 80% de las empresas del Topix cuentan con menos de 20 analistas", una situación que las habría dejado fuera del foco durante años.
Lo mismo piensa el experto Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, que explica que "el gran problema de Japón era la deflación crónica" por lo que ahora cuentan con mejores perspectivas y "los inversores se han dado cuenta de que hay empresas a precios muy atractivos".
Esta situación, entre otras, es uno de los desencadenantes según el experto que se haya producido un fenómeno clave, el capital de todo el mundo ha puesto sus ojos en Japón. Las compras de acciones por parte de inversores internacionales se habrían disparado hasta máximos de 2017, llegando a los 15.600 millones de dólares solo el mes pasado, según datos de Japan Exchange. Una inyección que habría supuesto un respaldo clave para la buena evolución del Nikkei en comparación a sus homólogos internacionales.
"La debilidad de su divisa está incrementando la competitividad de los productos japoneses"
Esta llegada masiva de capital extranjero por los precios más atractivos es algo que ha reflejado el 'oráculo de Omaha', Warren Buffet, que ha aumentado sus posiciones en Japón en los últimos meses debido a este motivo. En una entrevista a la publicación japonesa, Nikkei Asia, el mítico inversor anunció que planea aumentar sus posiciones en cinco firmas del país debido a este motivo. Estas empresas son Itochu, Mitsubishi, Mitsui, Sumitomo y Marubeni. Una posición del estadounidense que, según Nextep Finance, habría animado a su vez a muchos inversores a poner el foco en Tokio.
Otro motivo que alegan los analistas para este despertar bursátil japonés viene del lado de los bancos centrales y las divisas. Con la Reserva Federal subiendo tipos en uno de los ciclos más frenéticos de la historia de EEUU y con el BCE también en una racha de subidas, la moneda nipona se ha abaratado de forma determinante. Si a comienzos de 2022 un yen se cambiaba por 0,0088 dólares, su valor ha caído más de un 15% hasta los 0,0071 dólares.
Este cambio es clave pues la debilidad de su divisa, "incrementa la competitividad de los productos japoneses en el mundo", según señala Nextstep Finance. Aunque desde Safra Sararin Sustaibable AM mantienen que esta debilidad podría estar llegando a su fin porque "en previsión de nuevas medidas de normalización de la política del Banco de Japón, seguimos esperando una apreciación continuada de la moneda hasta finales de año".
Desde Bank of Ameríca por su parte, siguen siendo bajistas con respecto al yen a diferencia de Safra por "el déficit persistente en su inversión extranjera directa" y "un incremento potencial del comercio de yenes". Además insisten en que el yen seguirá a la baja precisamente porque los inversores no demandarán a la moneda oriental por sí misma, sino que usarán la diferencia yen dólar para comprar rápidamente acciones.
Todo esto al mismo tiempo que el despertar de China, un factor clave para su economía, podría suponer un impulso a los negocios de sus principales firmas. Queda por ver si estos factores se mantienen en la recta final del año y el país del sol naciente consigue que sus parqués se conviertan en los más rentables entre los grandes mercados del mundo.