
Arabia Saudí es el mayor exportador de petróleo del mundo. Sus finanzas dependen sobremanera del precio del crudo. Más del 60% de los ingresos públicos del país llegan directamente del petróleo. Esta dependencia explicaría el 'nerviosismo' de los dirigentes saudíes ante el actual retroceso del precio del crudo, que ha perdido unos 50 dólares desde los máximos vistos a comienzos de la guerra de Ucrania en 2022. El príncipe Abdulaziz bin Salman ha lanzado una advertencia a los especuladores que apuestan a una caída del petróleo.
"Sigo aconsejándoles que tengan cuidado", ha advertido este martes el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, en el Foro Económico de Qatar en Doha. "No tengo que mostrarles mis cartas y no soy un jugador de póquer. Pero yo les diría: 'Cuidado'".
Esta primera jornada del Foro se ha inaugurado con los controvertidos comentarios del príncipe saudí, que sin duda atraerán los focos de muchos periodistas. Pese a lo agresivo del comentario, los futuros de petróleo cotizan planos. El barril de Brent se sitúa en los 75,9 dólares, mientras que el de West Texas se apoya en los 71,9 dólares.
Esta no es la primera vez que el príncipe saudí lanza un mensaje de advertencia contra los que apuestan a la baja en el petróleo. Ya en 2020, este miembro de la casa real saudí aseguró que los vendedores en corto que se quedarían "doloridos como el infierno". Esta semana ha vuelto a retar a estos inversores en este gran evento, en el que ha compartido protagonismo con ministro de energía de Qatar, Saad Al-Kaabi, y su homólogo iraquí, Hayyan Abdul Ghani, en el que discutían qué pasará con la demanda y la oferta en el futuro.
Estos comentarios se producen ante el aumento de las posiciones bajistas en el mercado de petróleo. Aunque esta semana los futuros presentan leves subidas, el petróleo ha registrado caídas en cinco de las últimas seis semanas. Estas caídas han venido acompañadas por un fuerte incremento de las posiciones bajistas netas en el mercado (inversores que apuestan a que el crudo va a caer).
Según explican desde IG, las ventas en corto de petróleo funciona cuando se abre una posición en el mercado de derivados basada en la creencia de que habrá una caída en el mercado del petróleo. Desde IG explican que se pueden utilizar futuros, pero también otros activos como los CFD. Con este activo se le permite al inversor 'vender' en el mercado sin tomar posesión de los activos subyacentes (sin comprar realmente barriles).
De modo que estos bajistas 'venden' petróleo hoy con la esperanza de recomprarlo en el futuro más barato. Si el precio cae, los bajistas se adjudican la diferencia y hacen un beneficio. El riesgo de las posiciones bajistas es que el activo subyacente puede subir de forma ilimitada (no hay un techo a los precios), lo que puede generar grandes pérdidas.
Pues bien, justo esta semana, Warren Patterson, estratega de ING, publicaba una nota en la que analizaba el avance de las posiciones bajistas en el petróleo: "Los especuladores siguen siendo negativos sobre el mercado, con las posiciones largas netas cayendo en 6.020 lotes durante la última semana, hasta los 106.722 lotes de posiciones largas del martes pasado. Esta es la posición larga más pequeña que se ha visto este año. Una mirada más profunda a los datos revela que el movimiento fue impulsado por la liquidación de posiciones largas, mientras que la posición corta bruta es bastante considerable en 94.880 lotes", explica el experto en materias primas de ING.
Estas posiciones bajistas tienen la capacidad de incrementar el pesimismo en el mercado en un primero momento, lo que a su vez puede llevar a que se produzcan más ventas y más caídas en los precios del crudo. Por ello, el príncipe de Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo, no encaja bien los movimientos de estos inversores, que, por otro lado, aportan liquidez al mercado.
Tanto Arabia Saudí como sus socios de la OPEP y Rusia se encuentran inmersos en una política de recortes de producción de crudo para mantener unos precios elevados. El precio del petróleo ha caído con intensidad desde que tocase techo, por encima de los 130 dólares, a comienzos de la guerra de Ucrania en 2022. Pese a todo, las previsiones siguen aumentando a un incremento del precio en la segunda parte de 2023, ante un déficit de oferta que puede alcanzar hasta los 2 millones de barriles diarios.