
La semana que viene se celebrarán las reuniones de tipos de interés tanto del BCE como de la Reserva Federal. El mercado está descontando que ambos organismos incrementarán el precio del dinero en 25 puntos básicos. Y eso, una vez la incertidumbre creada alrededor del sector bancario parece haberse disipado. Los últimos datos de inflación permiten ser moderadamente optimistas. Sin embargo, no lo suficiente como para que haya alguna expectativa de que los bancos centrales frenen su hoja de ruta.
En este sentido, los hedge funds, o fondos que permiten el apalancamiento, se han posicionado claramente a favor de que haya más subidas de tipos. ¿Cómo? Con contratos bajistas sobre los bonos soberanos. En concreto, el último dato, a 18 de abril, revela 1,29 millones de contratos cortos netos sobre el T-Note, por lo que ganarían si el precio cae (y la rentabilidad sube). En la última encuesta de gestores de Bank of America, mostraban también una sobreponderación sobre este activo.
Es la quinta semana consecutiva en la que los posiciones cortas netas se han incrementado. "Los hedge funds deben estar pensando que la inflación se va a cronificar más de lo esperado pero tampoco están esperando que vaya a haber una recesión a corto plazo", explican desde Westpac Banking Corp.
En este sentido, el bono americano a 10 años es probablemente el mejor calibre para medir la expectativa del mercado en torno al precio del dinero en EEUU. En los últimos meses hemos visto al T-Note sobrepasando claramente el 4% durante el mes de febrero, pero también en la zona del 3,3% (al inicio de este mes).
En la hoja de ruta de la Reserva Federal, parece claro que llevarán a cabo una subida de 25 puntos básicos del tipo de interés de referencia la semana que viene e, incluso, cabe la posibilidad de ver otro alza adicional en junio. Sin embargo, también se está poniendo en precio que no habrá que esperar a 2024 para ver el primer recorte. En el mercado, en todo caso, hay grandes dudas, tal y como muestra la última encuesta entre clientes de JP Morgan, que señala que tanto los largos están en máximos de octubre y los cortos en su nivel más alto en dos meses.
Según apuntan desde la firma de análisis Jamieson Coote, podría haber otra explicación para los recientes movimientos en renta fija. "Las posiciones costas podrían estar exageradas por una operativa que realizan algunos inversores que consiste en comprar fondos monetarios y ponerse corto en sus futuros". Esto consiste en comprar el bono y vender el futuro. Según explican, la rentabilidad obtenida es muy pequeña y por eso se suelen utilizar elementos de apalancamiento.
¿Freno al alza del precio del dinero?
Desde Vontobel contemplan la posibilidad de que veamos ya el freno en la subida de tipos debido a la crisis bancaria iniciada hace un mes. "Se ha visto un endurecimiento de las condiciones de crédito por parte de los bancos y es posible que la Fed decida que estas condiciones más estrictas le hagan el trabajo y que de haga una pausa en las subidas, por lo menos hasta que haya más certidumbre sobre el efecto de esta crisis bancaria y de crédito y se afiance la previsión de la inflación".