Superadas tres semanas desde la caída del Silicon Valley Bank, casi se han disipado todas las sospechas de crisis bancaria. Al final hemos conocido que tras el rescate de Credit Suisse por UBS, el pánico se generó cuando un inversor compró cinco millones en CDS de Deutsche Bank. La noticia se ha conocido esta semana, pero el viernes de la pasada convirtió al banco alemán en el epicentro de la crisis. Desde luego alguien lo supo ese día haciendo correr sangre, lo que no sabían es que el verdadero sentido de la compra del CDS no estaba en ganar con el hundimiento del Deutsche y sí en hacer una cobertura de una posición de largo plazo.
La demostración de que esta crisis no tiene ningún paralelismo con Lehman es que a estas alturas no hemos conocido el nombre de ningún gran inversor bajista. La verdad es que los bajistas conocidos son gente como Paul McCartney (Beatles), Sting (Police), Sid Vicious (Sex Pistols)..., pero bajista, lo que se dice bajista, es John Paulson, que amasó millones al tomar posiciones cortas en el mercado inmobiliario durante la crisis de la bolsa de valores de 2007. Paul, no McCartney, Paulson, creía que el mercado inmobiliario estaba sobrevalorado y que la burbuja estaba a punto de explotar. Con esta visión, decidió invertir en credit default swaps (CDS) inmobiliarios.
Sin bajistas en la bolsa, lo que sí han reaparecido en el mercado español, son activistas. Chris Hohn, el millonario que está al mando del fondo The Children's Investment (TCI), pretende desatascar la parálisis en la que está inmersa Cellnex tras el anuncio de salida de Tobías Martínez (me aseguran que su marcha no tiene vinculación), y acelerar el plan de ruta de abandonar el crecimiento inorgánico, reducir deuda y alcanzar grado de inversión. En ningún caso, venderla. TCI es el único fondo con un activismo considerado "muy alto" entre los principales accionistas de las firmas del Ibex, según datos de FactSet, con una actividad mucho mayor a la de las firmas más comprometidas con el correcto funcionamiento como son Norges o BlackRock. De momento, ya ha conseguido que Bertrand Kan -el hasta entonces presidente de Cellnex- sea sustituido por Anne Bouverot como presidenta no ejecutiva. Y aspira a que Marco Patuano, ex CEO de Telecom Italia y antiguo presidente del consejo de la propia Cellnex, suceda a Tobías.
Lo que es indudable es que el activismo es una de las mejores fórmulas para exprimir el valor de una compañía, o en el caso de Cellnex, recuperarlo. Hohn, con un 5% del Canadian National Railway, cambió la administración de la compañía, en Aena ha acelerado el plan de acción climática y en Ferrovial la eficiencia en emisiones de los aeropuertos. Quien le conoce dice que es un auténtico genio, soberbio y déspota. No todo son aciertos, en Deutsche Boerse quiso vender el negocio de liquidación, la gallina de los huevos de oro. Hubiera dejado una 'paraeta'.