Que un fondo muy conservador de renta fija cobre una comisión de gestión del 0,5% no parece un porcentaje excesivo, teniendo en cuenta que la media de los fondos de bolsa española se encuentra en el 1,65%, según Morningstar, y en otras categorías de renta variable puede oscilar entre el 1,5% y el 2%. Pero si uno se fija en los activos que componen la cartera de determinadas categorías y su estrategia, puede que esa proporción ya no resulte tan baja. Desde el año pasado, los productos que invierten exclusivamente en deuda pública se han convertido en los superventas de las entidades financieras, al calor del repunte de rentabilidad de los bonos soberanos que propició la escalada de tipos de interés por parte de los bancos centrales para atajar la inflación.
Una tendencia que continúa en 2023, con fondos como Caixabank Deuda Pública 2024 Estándar, BBVA Bonos 2024 II, Caixabank Deuda Pública 2025 Estándar o Kutxabank RF Horizonte 18 colocándose entre los que reciben más entradas de dinero en el año. ¿Pero hasta qué punto el 0,55% de comisión de gestión que cobran está justificado teniendo en cuenta que la estructura de estos productos se basa en comprar bonos de países como España e Italia que pagan alrededor de un 3% de rentabilidad a vencimiento, en dos o tres años? "En los fondos de renta fija a vencimiento a muy corto plazo, yo no estaría dispuesto a pagar una comisión por encima del 0,20%, ni siquiera en aquellos casos en los que estos fondos se presenten como de gestión activa. El horizonte de inversión tan limitado los sitúa en un escalón superior a los monetarios, pero sin permitir un margen de acción relevante para implementar estrategias que sean interesantes por parte del gestor", explica José García-Zarate, director asociado de Research de Morningstar.
A su juicio, en ese caso "no está justificado pagar una comisión más allá de la estrictamente necesaria para cubrir costes operacionales y administrativos", ya que "el objetivo de estos fondos es el de preservar liquidez y capital a muy corto plazo y, potencialmente, generar un poco de rentabilidad en relación a un depósito bancario normal. Por estas razones estas carteras suelen estar compuestas de una selección pequeña de instrumentos de renta fija de gran seguridad crediticia y no hay casi ningún movimiento en las carteras durante la corta vida de los fondos", subraya.

Una opinión que comparte Ion Zulueta, director de análisis en iCapital. "La comisión de gestión que hemos apreciado en clases limpias e institucionales ronda el 0,2%. La mayor comisión que se carga al cliente minorista va destinada a compensar económicamente no a la gestora, sino al distribuidor", señala Zulueta, para quien este tipo de fondos tienen "atractivo comercial" para un tipo determinado de cliente, generalmente muy conservador, pero "está por ver que obtengan una rentabilidad superior a los buenos fondos abiertos de gestión activa".
Según este análisis de los expertos, los superventas de las entidades financieras doblarían la comisión recomendada, al situarse en el 0,55% en la mayoría de los casos, cuando se trata de productos de deuda pública con fecha de vencimiento. Solamente Kutxabank RF Horizonte 19 y Caixabank Smart RF Internacional, con un 0,15% y un 0,20%, respectivamente, se salvarían, pero teniendo en cuenta que el segundo invierte en activos de deuda global y está dirigido a los clientes de gestión discrecional de las carteras Smart.
En la entidad vasca afirman que "las comisiones son muy competitivas, razonables y están ajustadas", mientras que en Caixabank se justifican asegurando que "la comisión de gestión es acorde a su política de inversión, riesgo y vencimiento, al igual que el resto de los fondos de inversión. Nuestras comisiones están muy acordes al resto del mercado".
A la hora de comparar los fondos con fecha de vencimiento de gestoras internacionales con los españoles destaca que los primeros suelen tener mayor variedad en su exposición a activos de renta fija, como mercados emergentes o deuda de alta rentabilidad o high yield, mientras que los segundo están más centrados en deuda pública o como mucho deuda con grado de inversión, lo que explica las mayores comisiones de los productos de firmas internacionales.
Una forma de comparar el sobrecoste de los fondos españoles de renta fija con fecha de vencimiento o que invierten sobre todo en deuda pública es confrontándolos con los ETF norteamericanos de similar estrategia, muy populares en Estados Unidos al ser utilizados por los ahorradores casi como un producto monedero, aunque el plazo de inversión suele ser más elevado, en torno a diez años. Pero al ser vehículos de gestión pasiva, su coste no excede de los 10 puntos básicos para los vehículos de deuda soberana y de deuda investment grade, una comisión que ni siquiera aplican los fondos cotizados europeos.