Los inversores se han ensañado con vender acciones de Bankinter que supera en 12 puntos la caída del sectorial europeo de banca desde que quebró Silicon Valley Bank hace tres semanas en EEUU. Cede un 22%. Y en el año sufre las mayores pérdidas del sector, con una caída del 16%.
Pero, ¿por qué el mercado ha puesto el foco sobre Bankinter? Básicamente, las casas de análisis han decidido mirar con lupa todas las ratios de la banca, después de la venta a UBS de Credit Suisse, y en Bankinter se da la circunstancia de que es probable que cuente con una presión añadida, comparado con el resto de banca nacional, en la necesidad de subir la remuneración de los depósitos ante un cliente más exigente, de mayor poder adquisitivo y también de mayor calidad crediticia. Su morosidad es la más baja del sector.
La entidad que dirige Dolores Dancausa cuenta con 70.000 millones de euros de base de depósitos, un 70% de inversor retail (unos 49.000 millones) y el otro 30% -en números redondos- de compañías, de las que un 40% -unos 9.000 millones- corresponde a grandes corporaciones. De los depósitos minoristas, un tercio aproximado pertenecen a banca privada, 15.000 millones a cierre de 2022. Esto implica, grosso modo, que Bankinter podría ofrecer una mayor remuneración a unos 24.000 millones de euros de su base de depositantes. Es un 34% del total, con lo que elevaría el coste de retribuir el pasivo por encima del resto de entidades. Claro está que no tiene, por otro lado, ni la misma mora ni el mismo riesgo de impago en caso de desaceleración económica.
Solo en el cuarto trimestre de 2022 su base de depósitos se redujo en 1.500 millones de euros que se vio compensada por un trasvase a la cartera de fondos (sobre todo, de renta fija) que aumentaron en 1.600 millones. Y esta tendencia se mantuvo durante los meses de enero y febrero de este año y se ha paralizado en marzo, precisamente, para evitar malos entendidos con el mercado y expresiones hiperbólicas como el de fuga de depósitos.
Los analistas de Citi hablan de "mayor rapidez en la traslación del alza de tipos a la remuneración" y calculan que cada punto porcentual de subida en la denominada beta de los depósitos impacta en 1,4 puntos sobre el margen de intereses de Bankinter, que aumentará un 22% este año y caerá un 2% en 2024. Fuentes de la entidad reconocen que la beta para el sector más premium de cliente está ya por encima del 10% este trimestre. Prevén una traslación media en 2023 del 25% de toda la subida de tipos, con lo que la tasa de finales de año no es descartable que acabe en el 40%, algo por encima del resto del sector.
¿Guerra de depósitos?
A priori al sector no le preocupa cuánto remuneran por los depósitos, pero es una situación que puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos si uno de los grandes bancos decide mover ficha y lanzar una oferta comercial.
Con datos del Banco de España, la base de depósitos de la banca cayó en enero un 2,5% ante rentabilidades mínimas, frente a lo que paga la renta fija o las Letras del Tesoro, que son la nueva fiebre entre los inversores.
Según cálculos de JP Morgan, para Bankinter cada 10% más de beta de depósitos por 100 puntos básicos de subida de tipos de interés supone una merma del 4% sobre el margen de intereses y un 7% sobre el beneficio bruto. Estaría en el entorno del sector en cuanto al impacto sobre márgenes y algo por encima en el menor crecimiento del ebitda, que sería del 6% para el conjunto de los bancos del Ibex. Sabadell resultaría el más penalizado con un ebitda un 10% inferior junto a CaixaBank, también con el 7%.
Ayer la firma Oddo mejoró la recomendación hasta neutral para Bankinter con un precio objetivo de 6,9 euros, lo que implica un potencial del 36%.
La entidad retribuye hoy a sus accionistas con un dividendo de 0,089 euros brutos por acción, que es el pago complementario con cargo a 2022 y el último que faltaba por abonar de un total de 0,31 que, tras la caída en bolsa, aumentan su rentabilidad hasta el 5,9%. Consulte aquí El calendario de próximos dividendos de la bolsa española