
Con más de 24 años de experiencia en los mercados financieros, Geraldine Sundstrom dirige la parte de asignación de activos en Pimco, uno de los mayores inversores del planeta en renta fija. Sundstrom explica el posicionamiento que mantiene la firma estadounidense en el mercado en este momento. Con la recesión acechando a la economía y a los mercados, la firma se centra en la deuda de más calidad, y en sectores defensivos, mientras infraponderan activos como la bolsa o la deuda con peor calificación.
¿Qué perspectivas tienen para el desarrollo de la economía este año?
Las buenas noticias de este año son que ya tenemos algo más de claridad sobre la inflación y las políticas de los bancos centrales. Por primera vez tenemos algo más de estabilidad en la renta fija core. Ahora que las rentabilidades a vencimiento son mucho más altas que en el pasado, encontramos la renta fija mucho más atractiva. Tienes que equilibrar esto con el hecho de que la probabilidad de una recesión es todavía bastante fuerte. No una recesión enorme, una moderada más bien. Pero una recesión, al fin y al cabo. Y esto no son buenas noticias para la parte más arriesgada del mercado, como la bolsa o el high yield en bonos.
¿Dónde encuentran valor para hacer las carteras más resistentes en el contexto económico actual?
En renta fija, encontramos valor en inversiones que reconcilian lo mejor de cada universo, cosas que creemos que se comportarán bien si tenemos una recesión suave, o un aterrizaje tranquilo, pero que también pueden comportarse bien si fuésemos a tener una recesión media. Lo que nos gusta es toda la parte del mercado de renta fija con buenas calificaciones: puedes tener hipotecas de agencias, productos titulizados, como los CLOs con calificación de AAA... y también, desde luego, deuda corporativa con grado de inversión.
¿Qué sectores le parecen atractivos?
Intentamos evitar los sectores que son más cíclicos, ya que si vamos hacia una recesión tendrán un momento difícil, pero hay muchos bonos de alta calidad, con grado de inversión, que sí son atractivos. Esta es la parte que ha crecido en las carteras, especialmente aquellos que no tienen vencimientos excesivamente largos, ya que se beneficiarán de dos cosas. Si hay una gran recesión y los diferenciales se amplían mucho, estos lo harían menos que los de vencimientos largos o los más arriesgados. Nos enfocamos en ingresos de calidad para la cartera, mientras guardamos pólvora seca prepara para el momento adecuado. La economía parece bastante resistente en estos momentos, pero seguimos teniendo una gran acumulación de pedidos, que son resultado de decisiones tomadas cuando los tipos de interés eran mucho más bajos. El riesgo es que, una vez que esto desaparezca, la actividad sea mucho más lenta de lo que pensamos. Queremos ser cautelosos, y eso significa que, para la parte de más riesgo, como el high yield o la renta variable, estamos infraponderados.
¿Cree que puede volver a haber un repunte de la inflación? ¿Un doble techo como en los 70?
No iría tan lejos como para esperar un doble techo, pero es cierto que, lo que dijimos en nuestro foro secular es que la inflación subyacente puede ser más alta de lo que solía ser, por distintas razones. Algunas son geopolíticas, como la intención de traer la producción de vuelta a los mercados domésticos, antes que en China. También vemos que el poder de negociación de la fuerza laboral es ahora más fuerte de lo que solía ser. Esto es positivo, los trabajadores pueden solicitar salarios altos. Y la transición energética. Es posible que terminemos pagando muy poco por la energía, pero por el camino se van a tener que hacer grandes inversiones, lo que significa menos inversión para los combustibles fósiles, y eso puede generar grandes vaivenes en los precios del petróleo. El mercado ya ha decidido que la inflación se ha marchado, pero es posible que en el medio y largo plazo sea algo más alta que en el pasado.
¿Qué posibilidades hay de que la recesión sea grave?
No es nuestro escenario base, pero existe la posibilidad, desde luego. Lo positivo es que el apalancamiento de la economía, cuando miras los balances de las empresas y de las familias, o del sector financiero, parecen tener buena salud. Por eso diría que una gran crisis, como la de 2008 es improbable, y la gente tiene ahorro acumulado. Por otro lado, los tipos de interés son muy altos en este momento, y hay una inflación muy elevada. El problema con la inflación es que, sí, está cayendo, pero hay cierta inercia. Parece que es sencillo llevar la inflación desde el 10% hasta el 4%, pero ¿y del 4% al 2%? Esto es muy complicado. Es como intentar perder peso, y perder esos últimos kilos que nunca se quieren ir. Por eso los bancos centrales nos están avisando de que están subiendo los tipos, y que estos se van a quedar arriba durante mucho tiempo. Y el mercado ya ha puesto en precio que esto es un farol. Muchas empresas están teniendo resultados históricos, pero, ¿qué es lo próximo?
¿Cuál es el gran peligro?
El riesgo es que, una vez se termine toda esta acumulación de pedidos que ha habido, no haya mucho más allá. Y al mismo tiempo, los bancos centrales están terminando el trabajo de aniquilar la inflación. Y, mientras tanto, mientras esperamos, la política monetaria es muy restrictiva, y esto tiende a ser un circulo vicioso, como una bolsa de nieve. El potencial de que esa bola de nieve crezca, no es cero. Cuando los tipos de interés son tan altos, hay cosas que se pueden romper. Hasta ahora no lo han hecho, y todo parece ser más resistente de lo que habíamos previsto, pero quizá estamos en una ilusión, de que la economía ahora es fuerte, pero está basado en decisiones que se han tomado hace tiempo.