
Las primeras emisiones de deuda del 2023 hacen pensar a los expertos de Société Générale que puede ser un ejercicio positivo en este campo, en un año en el que la volatilidad del mercado seguirá condicionando la captación de financiación en el mercado.
"Está siendo un buen arranque de año tanto en Europa como en España", explicó el director de Mercado de Capitales de Société Générale (SG), Fernando García, quien considera que se están adelantando planes de emisión para aprovechar el reciente impulso que dan los buenos datos macroeconómicos presentados en los primeros pasos del 2023.
El apetito de los inversores quedó patente con las recientes emisiones de Redeia o de Iberdrola, donde la demanda superó con creces la oferta de las compañías. "Los rendimientos actuales son atractivos como para que el mercado se sienta cómodo", apuntó el responsable global de Asesoramiento de Rating de SG, Jaime Sanz, quien considera que la "ventana de la financiación está abierta" y hasta en el 2022, donde el mercado de bonos no fue atractivo, nadie se quedó sin financiación. Así, mientras las emisiones sindicadas del sector público cayeron un 17% respecto al 2021, según SG, las emisiones corporativas se desplomaron en más de un 60. Solo la colocación de bonos del sector financiero creció en 2021 (en un 37%). Pero aunque el volumen de emisiones se levante en 2023 y supere a los del año anterior no alcanzaría las cifras de 2021 y 2020.
Tras la caída del volumen de bonos emitidos en 2022 (del 17% interanual) hasta los 69.000 millones de euros, desde Société Générale estiman que las compañías todavía cuentan con liquidez y aquellas que disponen de caja seguirán tirando de ella en un entorno de incremento de los costes de financiación por las subidas de tipos de interés. Además, los fondos europeos como los Next Generation también contribuyen a frenar la actividad del mercado de deuda.
Desde el grupo financiero se muestran optimistas con el horizonte que se abre este año, donde vaticinan una desaceleración de la economía pero no una recesión. "La guerra de Ucrania y la evolución de la inflación seguirían condicionando al mercado", apuntaron desde SG pero se muestran optimistas hasta el punto de levantar la previsión del crecimiento del PIB de la eurozona hasta el 1,1% para este año.
Mientras, por el lado de la inflación, fijan sus estimaciones en el 5,8% y en el 2,5% para 2024. También descuentan una relajación por parte del Banco Central Europeo que realizaría dos subidas más de 50 puntos básicos consecutivas a partir de la semana que viene y fijando su techo entre el 3,5 y el 3,75% en los tipos de referencia.