
Los presidentes y consejeros delegados de Ibex 35 invirtieron 19,6 millones de euros en la compra en el mercado de acciones de las compañías que dirigen en 2022. Una cantidad que se reparte entre únicamente 20 altos mandos que sí apostaron su propio dinero al devenir bursátil de sus empresas de los 63 que integran el selectivo –hay grupos en los que la figura de presidente y consejero delegado recae en la misma persona y otras en las que no hay consejero delegado–.
Hasta 43 primeros y/o segundos espadas de las firmas, por lo tanto, no adquirieron títulos en el último ejercicio. No obstante, nueve presidentes y 16 consejeros delegados recibieron durante el año acciones de las compañías que lideran por los planes retributivos y otros seis altos cargos incrementaron sus posiciones también a través del cobro del dividendo en títulos.
Arturo Díaz-Tejeiro, consejero delegado de Solaria, emerge como el mayor inversor en 2022 entre los mandamases del Ibex 35
Los jefes del Ibex 35 cobraron por su desempeño en las empresas que pilotan más de 139 millones de euros en 2021 –incluyendo salario en metálico, beneficios de acciones e instrumentos financieros–. Por su parte, a los 19,6 millones invertidos en la adquisición de acciones, sumaron alrededor de 8 millones de euros que cobraron en títulos como parte de su retribución.
Es creciente el número de empresas del selectivo que incorporan en sus planes de retribución para los consejeros ejecutivos la exigencia de mantener un porcentaje de acciones. Lo más habitual es que equivalga a al menos dos años de su salario base. Con ello, las compañías buscan enviar un mensaje de confianza en la cotización a los mercados.
Arturo Díaz-Tejeiro, consejero delegado de Solaria, emerge como el mayor inversor en 2022 entre los mandamases del Ibex 35. En concreto, a través de su vehículo Corporación Arditel, destinó 6,2 millones de euros a la adquisición de 344.267 títulos, equivalentes al 0,27% del capital de la firma de energías renovables. Las compras se produjeron mayoritariamente desde agosto y contrastan con la comunicación de finales de julio de la familia Díaz-Tejeiro, con el presidente y fundador de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro, a la cabeza, de que había vendido el 5,05% de la empresa, valorado a los precios de entonces en unos 135 millones. A través de DTL Corporación –en la que Arditel tiene el 20%– limitó su posición hasta el 34,91%, frente al 39,96% que acumulaba al cierre de 2021.
Gabriel Escarrer Juliá, fundador y presidente de Meliá Hotels International, reforzó su posición como accionista de control de la cadena hotelera durante el pasado año al invertir casi 5 millones de euros en poco más de un millón de títulos (el 0,46% del capital). Lo hizo a través de su sociedad Hoteles Mallorquines Agrupados. Mientras, Josep Oliu, presidente no ejecutivo del Banco Sabadell, completa el podio con un desembolso de 2,67 millones en la adquisición de 3,1 millones de acciones. No obstante, también se desprendió de dos millones de títulos por 1,56 millones de euros.
Tras ellos figuran el presidente de Fluidra, Eloi Planes, que se reforzó como primer accionista con la toma de 140.000 títulos por 2,33 millones de euros. Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, sumó 60.703 acciones por 855.222 euros, y Gregorio Marañón, presidente de Logista, pagó 795.960 euros por 44.000 títulos. Imaz compró acciones en el mercado y también ejerció derechos de compra de planes retributivos, al igual que Ignacio Mataix y Luis Gallego, consejeros delegados de Indra e IAG, respectivamente. También lo hicieron, aunque en cantidades muy reducidas, José María Álvarez Pallete y Ángel Vilà, presidente y consejero delegado de Telefónica.
Del lado de las ventas, además de Enrique Díaz-Tejeiro y Oliu, Manuel Manrique, presidente de Sacyr, se desprendió de 373.420 títulos por casi 978.000 euros. La desinversión más relevante se produjo en Laboratorios Rovi, en la que Juan López-Belmonte, presidente de la farmacéutica, y sus hermanos se desprendieron del 7% en tres operaciones por 251 millones.