
¿Es momento de vender bancos? Es la gran pregunta que ronda las cabezas de los accionistas del primer sector del Ibex por ponderación -con un 30%- y que representan en torno a 5,5 millones de accionistas en nuestro país. Es innegable que la cotización de los bancos despegó en verano y aceleró desde el rally que se inició en octubre en todos los mercados de renta variable. Y, en el arranque de 2023 del que solo han corrido dos semanas, se anotan un 11% de media, con Unicaja al alza más del 18%. Profecía autocumplida de que la entrada en el índice -en su caso se produjo el 27 de diciembre- aumenta significativamente los flujos de fondos hacia la compañía.
Pero, ahora, el cohete que tomaron las seis entidades cotizadas podría estar llegando a destino. Esa es la gran duda. De lo que ya se conoce es que los tipos de interés se han incrementado en 200 puntos básicos desde el pasado verano. Lo que se descuenta por el mercado es que todavía restan otras tres subidas más, dos de 50 puntos y otra más de 25 hasta llegar al 3,25% que se prevé para la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del mes de junio. Y ese es el techo teórico según el consenso, pero lo cierto es que Fráncfort no ha dicho nada, más allá de lanzar en diciembre un discurso mucho más agresivo -de halcón y no paloma, que gusta decir en la jerga-, preocupado, como estaba, por el control de la inflación.
El excel, que, como el papel, todo lo aguanta, apunta a que las seis entidades del Ibex 35 han consumido ya un 60% del recorrido teórico que les daría volver a máximos de la ratio precio sobre valor en libros de los últimos cinco años. Solo hay dos entidades a las que todavía les quedaría más del 50% del camino por andar. Son Banco Santander y Sabadell, que registran potenciales abultadísimos frente a sus comparables nacionales. En el caso de la entidad que lidera César González-Bueno este es el del 96%. Cotiza con el mayor descuento sobre el valor de sus fondos propios de todo el sector, ya que llega a ser del 58% y tendría que regresar a cotas de 0,82 veces/valor en libros para volver a máximos del último quinquenio. Esto supone un precio implícito de 1,9 euros. Cotiza en el entorno del euro.
Mientras tanto el banco presidido por Ana Botín mantiene abierto un claro diferencial con respecto a BBVA. No remonta. Y esto ha conducido a la firma que preside Carlos Torres a recortar distancias y ya cotiza con el menor diferencial por ponderación dentro del Ibex desde 2004. Y esta situación es extrapolable a todas las ratios. Si se tiene en cuenta el descuento por valoración, Santander cotiza un 44% por debajo del valor de sus fondos propios, frente al 18% de BBVA.
Retornar a máximos de precio/fondos propios de los últimos cinco años, que se lograron en 2018, implicaría cotizar con prima -mínima, del 3%-, lo que supondría una subida adicional en bolsa del 84% hasta un precio equivalente a los 5,7 euros. Cotiza sobre los 3,15 euros.
En la parte contraria, Bankinter cuenta con el menor potencial, del 13%, hasta un precio de 7,5 euros. Su valoración es de 1,26 veces el valor de los fondos propios. Y es la única entidad que cotiza con prima. Bestinver Securities defiende que será la entidad que más se beneficiará de la subida de tipos, y prevén el reparto de "1.000 millones de euros en dividendos de 2022 a 2024" además de un exceso de capital de unos 400 millones, "que representan un 25% de su capitalización".
Siguiendo con el ejercicio planteado sobre el recorrido hasta alcanzar el precio/valor en libros máximo desde 2018, el potencial para BBVA y Unicaja superaría el 30% y rozaría el 28% en el caso de CaixaBank.
¿Todo descontado ya?
Es un clásico dentro de la psicología del inversor que, mientras que la tolerancia a las pérdidas es mayor, las plusvalías prácticamente les queman en las manos y se suele vender más deprisa cuando se gana dinero que cuando se pierde, con la esperanza de recuperar en algún momento la inversión. Es por ello que, visto el arranque de 2023, una de las preguntas que rondan el mercado es si es conveniente deshacer posiciones en banca porque el escenario de subidas de tipos esté descontado por completo.
Hay que tener en cuenta que el sector sube, de media, un 190% desde los mínimos post-Covid y un 60% desde julio, cuando se produjo la primera subida -de las cuatro en total- llevada a cabo por Christine Lagarde en la zona euro.
"Las subidas de los tipos de interés pueden desaparecer en 2023, pero no vemos que la historia de los tipos esté acabada", apunta Bank of America. Su argumento es sencillo y se basa en el decalaje que se produce entre las decisiones de política monetaria y el tiempo que transcurre hasta que empieza a drenarse por la cuenta de resultados. "Las tasas de política efectivas del tercer trimestre fueron 80 puntos básicos superiores al segundo trimestre, que en el cuarto serán 110 puntos más que hasta septiembre, y en el primero de 2023, 90 puntos más. En total, son 280 puntos básicos más (...) pero quien piense que nos encontramos ante el final del ciclo de las tasas corre el riesgo de perder el 2,5% adicional que aún está por llegar a la cuenta de pérdidas y ganancias de los bancos", sostienen los analistas de la firma.
El consenso de mercado que recoge Bloomberg plantea un alza del 40% de media en el margen de intereses de la banca española en dos años, contando con su evolución en 2022 y 2023; así como un incremento del 30% en su beneficio neto, donde se incluye el impacto de 3.000 millones de euros del impuesto aprobado por el Gobierno, que será pagadero en dos años.
BBVA, con la segunda mayor sensibilidad declarada a la subida de tipos del sector solo superado por CaixaBank (que mejorará entre el 20% y el 25% su margen de intereses por cada 100 puntos básicos), aumentará hasta un 42% su margen, según las previsiones, hasta rozar los 21.000 millones de euros a cierre de 2023. Para entonces, el mercado descuenta ya una contención y caída de la curva de los tipos en la zona euro. La mejora que verá la entidad que preside Carlos Torres será la mayor de las seis entidades cotizadas, aunque quedarán muy cerca Bankinter (con un incremento del 38%, según los pronósticos) y CaixaBank, en el 36%. "Por encima del 40% de la cartera de préstamos de estos tres bancos está vinculada a hipotecas de cliente retail. La ratio para Sabadell es del 30% y en Santander, algo por encima del 25%" señalan los analistas de Bloomberg Intelligence.
"El impacto de la subida de tipos de interés en los bancos europeos es particularmente rápida en España debido al sesgo hacia tipos variables con el que cuentan sus entidades. Por primera vez en trece años, el tipo medio de concesión de hipotecas superó la media europea, con un 1,92% a cierre de noviembre, tras subir 82 puntos básicos en 2022. El aumento en el año es casi cuatro veces superior a los datos de la zona euro y continuará durante el primer semestre", continúan estos mismos expertos. desde Bloomberg Intelligence. El 70% de la cartera hipotecaria de Santander, BBVA y CaixaBank está vinculada a variable, aun a pesar de que la tendencia se ha dado la vuelta los últimos meses hacia tipo fijo.
A ello se suma el intento de la banca por retrasar al máximo la subida de la retribución de los depósitos, que es el siguiente paso del impacto del alza de los tipos y que volverá a estrechar los márgenes. A priori, y según Bloomberg Intelligence, el ritmo al que aumenta la rentabilidad que generan los depósitos es la mitad que el que cobran por las hipotecas. Y esto impulsará los beneficios de un sector que aspira a máximos históricos en 2022 cuando Santander ganó casi 9.340 millones de euros y BBVA los 6.400 millones, según las estimaciones. Bankinter abrirá la temporada de resultados del sector el próximo día 19. El día 1 de febrero presentará sus cuentas anuales BBVA y el 2 lo hará Santander.
Datos del Banco de España reflejan cómo la tasa media hipotecaria escaló 130 puntos básicos hasta noviembre, cuando cerró en una media del 2,7% (un nivel no visto desde 2014, apuntan), frente a los 60 puntos en los que se incrementó la remuneración de los depósitos. Pero más allá de la subida de tipos de interés, el negocio bancario podría verse eclipsado parcialmente por el menor crecimiento de las economías. "Los bancos han comenzado ya a notar cierta reducción de los volúmenes, aunque no están sufriendo deterioro en la calidad de su crédito. Junto al impacto beneficioso de los tipos, consideramos que el sector sigue estando muy atractivo, con un PER [ratio que divide el beneficio entre el precio de la acción de una compañía] de 6,6 veces, un 35% de descuento por debajo de su media histórica", señalan desde Berenberg.
En lo que la firma califica con speed dating con responsables de catorce entidades europeas, sus conclusiones tampoco descartan una caída en la concesión de crédito en 2023 debido a un escenario de recesión que plantean prácticamente todos los bancos consultados en sus previsiones, sostienen.
Esta situación, lejos de poner en duda la retribución al accionista, ha llevado a algunas entidades nacionales a confirmar de nuevo su política de dividendos, una vez superado el periodo Covid. BBVA cuenta con el dividendo más rentable de los previstos, con un 8% de retorno y 0,45 euros con cargo a 2022, según las previsiones. El pago de Santander rentará un 4,5% en efectivo (con 12 céntimos previstos) y hasta el 9% si se incluye la recompra de acciones, que dobla esta cantidad. CaixaBank, con 0,23 euros estimados, alcanzará el 6%, seguido muy de cerca por Sabadell y Bankinter, en el 5%.