
El recién estrenado 2023 ha traído consigo un generoso optimismo en los mercados. En Europa, los principales índices del parqué acumulan alzas por encima del 5% que ya se comen casi el 60% de las expectativas de rentabilidad para este año. De hecho, con este crecimiento las plazas del Viejo Continente han logrado superar sus resistencias, como es el caso del EuroStoxx 50 que logró batir los 4.050 puntos que se venían señalando desde Ecotrader.
Todo ello, ha servido para que las principales bolsas del continente hayan encontrado en los mínimos de octubre un suelo definitivo. Es el caso del EuroStoxx 50 cuyo airbag se sitúa en los 3.250 puntos "que dudo que sean perdidos en próximos meses", señala Joan Cabrero, asesor del portal de estrategia de elEconomista.es.
En Wall Street los primeros datos macroeconómicos que se conocieron el viernes -el de empleo y el ISM de servicios es en el mes de diciembre- condujeron a sus principales índices a una subida que no experimentaban desde finales de noviembre, especialmente animados por que, tras estos datos, la Reserva Federal de EEUU (Fed) continúe poniendo el freno en su política monetaria, tal y como ocurrió en la última reunión de diciembre. Estas ganancias incluso hicieron que selectivos como el S&P 500 o el Nasdaq 100 se acercaran a sus primeras resistencias -situadas desde Ecotrader en los 4.100 puntos y los 12.180 puntos respectivamente-, aquellas que "vienen guiando a la perfección la fase correctiva del último año", indica Cabrero y cuya superación es vital para que un contraataque alcista tenga éxito.
Sin embargo, aunque este escenario pueda verse como una puerta a un nuevo rally, lo cierto es que hay que poner este entusiasmo inversor en cuarentena. El dato de inflación del gigante norteamericano del último mes que se publicará el próximo jueves ha vuelto a poner en cautela a los inversores. El IPC será clave, no solo para comprobar el estado de la economía norteamericana, sino también para aclarar la que pueda ser la siguiente actuación de la Fed en la próxima congregación programada para el 1 de febrero -los presidentes de la Fed de Atlanta y San Francisco se han pronunciado recientemente y apuestan por una subida de tipos en EEUU por encima del 5% durante "mucho tiempo"-.
Ahora, todos los ojos están puestos en el IPC americano del que también dependerá, en parte, el devenir de los mercados en el corto plazo. Para que Europa pueda afianzar entonces el contraataque lateral alcista que inició tras superar los 4.050 puntos y que abren la puerta a nuevas alzas hasta los 4.400 puntos, Wall Street jugará un papel fundamental. El parqué norteamericano deberá resistir sobre sus soportes: "solamente si al otro lado del Atlántico el S&P 500 fracasa en su contraataque alcista desde el soporte clave de los 3.750/3.700 puntos y lo acaba perdiendo en una próxima caída, me temo que eso echaría al traste con esta posibilidad alcista", señala Cabrero. Hasta esta zona, sobre los niveles actuales, el mercado norteamericano se encuentra a un 5% de distancia. De perderse, el S&P podría dirigirse a los mínimos de 2022 en los 3.577 puntos. Por otra parte, si supera su resistencia en los 4.100, podrá avanzar hasta los 4.400 puntos.
El Ibex avanza 'a pasito lento'
Después de las últimas alzas del índice y de incluso un parón que para Joan Cabrero, fue "del todo normal", el Ibex 35 ha vuelto a retomar los ascensos aunque con un paso más lento hasta su resistencia situada en los 9.000 puntos. Con los 8.712 con los que cerró la jornada del martes, el selectivo español se encuentra a un 3,3% de distancia de esta zona. Aunque para que la hipótesis alcista se afiance es necesario que el S&P 500 aguante sobre su soporte que, de perderse, "echaría al traste con esta posibilidad alcista", destaca Cabrero.