
El año ya ha arrancado y los expertos ya comienzan a perfilar sus estrategias de cara un 2023 con unos protagonistas claros: los bancos centrales. A pesar de que en sus hojas de ruta tanto la Fed como el BCE han puesto un objetivo y un entorno claro respecto a las subidas de tipos de cara a este año, los primeros informes de este nuevo ciclo avisan de que creen que el techo no está claro, y esperan que las dos próximas reuniones puedan ayudar a arrojar algo de luz.
Konstantin Veit, European Rates Portfolio Manager en PIMCO, defiende en su último comentario que "aunque el Banco Central Europeo seguirá subiendo los tipos de interés este año, el punto final sigue siendo incierto". Veit especifica que "un tipo de interés máximo de alrededor del 3,25% descontado por el mercado no parece irrazonable dada la gran incertidumbre que sigue existiendo sobre la dinámica de la inflación". Desde Pimco apuestan por "un rumbo a la baja en cuanto al ritmo y el alcance de las subidas de tipos del BCE, dadas las incógnitas en torno a la evolución de la inflación". En este sentido, "una nueva subida de tipos de 50 puntos básicos en la próxima reunión de febrero parece un hecho, aunque la visibilidad más allá del corto plazo sigue siendo escasa".
El experto añade que "si el BCE acaba subiendo los tipos en línea con las expectativas del mercado, es poco probable que cause un deterioro importante del crecimiento con respecto a la base actual. Si la dinámica de la inflación obliga al BCE a endurecer las condiciones financieras en una medida significativamente mayor con respecto a los actuales precios de mercado, los riesgos para el crecimiento aumentarían sin duda. En tal situación, "las autoridades fiscales probablemente intervendrían para apoyar el crecimiento, idealmente de una manera que no eche leña al fuego inflacionista".
Por su parte, Silvia Dall'Angelo, economista senior de la gestora de fondos Federated Hermes Limited defiende que "tanto la Fed como el BCE han señalado que aún no han terminado su lucha contra la inflación y que seguirán subiendo los tipos en las próximas reuniones". El dot plot de la Fed (5,1% en 2023), "parece un caso base razonable". Respecto a Europa recuerda que "el BCE sugirió que podría situar su tasa de depósito por encima del 3%". Sin embargo, cree que Lagarde no tiene un techo claro para los tipos y que "los bancos centrales no saben realmente dónde tienen que llegar para que la inflación vuelva al objetivo".
Debido a ello Dall'Angelo cree que "el riesgo de que los bancos centrales se excedan es pronunciado", debido al fuerte endurecimiento de la política monetaria, que se ha dado a un ritmo acelerado. La experta cree que se tardará algún tiempo de hasta 18 meses en ver su pleno impacto en la economía real. Además, "en la zona euro, aunque la crisis energética ha resultado ser leve hasta ahora, es probable que los precios de la energía se mantengan elevados durante el próximo año, lo que lastrará el crecimiento". Debido a todo ello, avisa de que "las actuales previsiones económicas del BCE parecen demasiado optimistas".
En el año 2022 la Fed emprendió una subida frenética, llevando los tipos de interés al rango de entre el 4,25% al 4,5%. Tras cuatro alzas consecutivas de 75 puntos, la institución liderada por Jerome Powell decidió relajar el ritmo en diciembre subiendo solo 57 puntos básicos, llevando el 'precio del dinero' hasta máximos que la economía norteamericana no veía desde 2007. En su hoja de ruta publicada ese mismo mes, los miembros de la Fed avisan de que probablemente los tipos acaben el año situándose en el rango 5%-5,25%.
En la Unión Europea, el Banco Central Europeo ha subido los tipos de interés al 2,5% en su última reunión. La institución lleva desde junio subiendo los tipos medio punto por sesión y ya avisa de que 2023 traerá curvas. Entre otras cosas, Christina Lagarde, presidenta del BCE avisó de que empezará a reducir balance a partir de marzo a un ritmo de 15.000 millones de euros al mes. En definitiva,el banca central ha subido 250 puntos básicos en apenas seis meses, firmando la subida de tipos más rápida de toda la historia de la Eurozona.