A la hora de elegir un vehículo no solo hay que fijarse en el resultado ni en el prestigio de una firma para seleccionar el más adecuado porque no todos dan positivo en un chequeo.
En el mundo de la gestión de activos hay una serie de fondos que suelen aparecer en el radar de los inversores tarde o temprano, tanto de grandes firmas internacionales, como BlackRock, Fidelity o JP Morgan, como de boutiques (Alken, Azvalor, Baillie Gifford). Aunque el rendimiento suele ser el primer elemento en el que se fija un inversor a la hora de determinar la validez de un producto, hay otra serie de factores que también influyen a la hora de valorar su comportamiento, sobre todo en los últimos años, en los que han tenido lugar acontecimientos tan inesperados como una pandemia global o la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que han forzado cambios en la política monetaria de los bancos centrales para luchar contra la inflación.
Pero no todos los vehículos colectivos de inversión pasan la prueba de los analistas a la hora de valorar su comportamiento, bien porque no se han ajustado a su estrategia, hasta el punto de que el gestor ha sido apartado del fondo, bien porque sus resultados a largo plazo no ofrecen tampoco un dato consistente respecto a la media de su categoría o el índice. Los selectores aconsejan primero realizar una asignación de activos antes de valorar la selección de fondos, para que el buen comportamiento de un vehículo no eclipse la toma de decisiones. Y en esta selección se tendrán en cuenta factores cuantitativos para definir el universo de inversión, escogiendo aquellos fondos que han sido capaces de generar alfa, es decir, aquellos que son de gestión verdaderamente activa, con un historial de rentabilidad de al menos cinco años. A continuación se podrán aplicar filtros más cualitativos, como el equipo gestor y el tamaño del fondo y de la propia firma.
Y conviene tener en cuenta que, según recuerdan los expertos de EBN, "es más determinante estar invertido en un fondo del promedio de la categoría que mejor lo hace que estar invertido en el mejor fondo de la categoría que peor lo ha hecho".
Con estas premisas, elEconomista.es ha pasado por la ITV, con la ayuda de varias firmas de análisis independientes, a varios de los fondos que más predicamento han tenido en los últimos años entre los inversores profesionales y el resultado es que no todos han conseguido la pegatina que acredita su validez para tenerlos en cuenta durante los próximos años. Pero entre la variada oferta de fondos de inversión sí hay productos que han superado la prueba de valoración de los expertos consultados, entre los que se encuentran algunos tan conocidos como el DWS Kaldemorgen, que ha sabido mantenerse fiel a su estrategia de inversión, el Baillie Gifford Worldwide Long Term Global Growth Fund, que cae un 37% en el año, lo que supone una "buena oportunidad de entrada para aquellos inversores que conozcan bien la gestora y el activo y no se hayan atrevido a entrar estos años por la fuerte revalorización de la última década", señalan en Acacia Inversión; Morgan Stanley Global Brands, que cuenta con uno de los equipos más experimentados en compañías de calidad, a juicio del selector de iCapital, para quien su enfoque en la recurrencia de ingresos y en no sobre pagar por la calidad, "les convierte en una muy buena opción para el entorno que nos espera de caída de beneficios empresariales"; o el Alken European Opportunities, un fondo de la boutique fundada por Nicolas Walewski, que comenzó el año en empresas europeas enfocadas a materiales, energía y materias primas. y que fue rotando hacia empresas más industriales y de consumo básico, cerrando posiciones en algunas apuestas energéticas para tomar beneficios, explican en Sássola.

Dentro de los fondos que se han ganado el favor de los expertos también figuran Azvalor Blue Chips, Candriam Absolute Return Equity Market Neutral, Fundsmith Equity Fund, DPAM New Gems Sustainable, Eleva Absolute Return Europe, Capital Group New Perspective, que se podría denominar a juicio de Acacia como el mejor fondo de armario para invertir en renta variable global, o el Eurizon Bond Aggregate RMB, con exposición a bonos chinos y en renminbi pero que ha ayudado mucho en la parte de renta fija de las carteras para quienes "hemos querido estar infraponderados de crédito americano y europeo", subrayan en A&G, aparte de contar con una "muy buena estrategia de comunicación siendo un fondo tan específico".
No logran la 'pegatina'
En el grupo de quienes no pasan la ITV se encuadran dos de los productos de la gestora francesa Carmignac, Carmignac Patrimoine y Carminag Securité, que pierden en el año casi un 9% y un 5%, respectivamente. Del primero, Francisco Julve, responsable de selección de fondos de A&G, asegura que "poder obtener rentabilidades positivas estos últimos meses en renta fija a corto plazo sin asumir excesivo riesgo ha sido imposible. El fondo ha cometido el error de incrementar el riesgo en cartera para poder tener mejor yields y, entre otros, la excesiva exposición a Rusia y la mala gestión de la comunicación transparente a inversores hace que no pase la revisión".
Una opinión que comparten en Acacia Inversión, donde recuerdan que fue un fondo que brilló con fuerza en la primera década de los 2000, "entre otras cosas por su acierto en sobreponderar bolsa de mercados emergentes en su cartera, cuando entonces pocos gestores europeos tenían el activo en su portfolio. Los últimos años no ha conseguido remontar ni adaptarse a un mercado cambiante, además de que sigue teniendo mucho peso en emergentes, que lo han hecho peor que los mercados desarrollados".
Del Carmignac Securité, uno de los productos emblemáticos de la firma fundada por Édouard Carmignac, subrayan que todos los años ha estado en positivo, hasta 2018, "ejercicio en el que tuvieron algunos problemas reputacionales por la apuesta que hicieron en deuda pública italiana, lo cual acarreó cambios en el equipo gestor del fondo. En 2022 también se han visto sorprendidos por la sobre exposición a bonos rusos, que les ha hecho sufrir en el valor liquidativo".
El mal desempeño ha sido otro de los motivos por el que Jupiter Dynamic Bonds tampoco ha pasado el filtro de los analistas. "Sin tener números excesivamente malos, el gestor fue de los primeros y más claros en predecir lo que iba a pasar en la segunda parte del año: subidas mucho más recurrentes y de mucha mayor intensidad de los tipos de interés para frenar la inflación y poder tener munición para bajarlos cuando entremos en recesión" explica Julve, pese a lo cual "el performance del fondo es igual de negativo que otras estrategias flexibles que no son tan global macro y que no tenían esa visión de la economía a principio de año".
Sobre este fondo, José María Loinaz, del equipo de gestión de Sássola Partners, resalta también que la mala asignación de activos le ha perjudicado. "Ha tenido posiciones importantes en deuda gubernamental norteamericana con duración durante todo el año, que se ha visto bastante afectada con la subida de tipos, sobre todo en el primer semestre", señala. De la misma gestora, otro fondo, el Jupiter Flexible Macro, tampoco se salva del negativo. Ion Zulueta, director de análisis de iCapital, comenta que el gestor del fondo, Talib Sheikh, "ha fallado en replicar el éxito a nivel de performance que cosechó en JP Morgan. Su fondo flexible macro ha ofrecido una rentabilidad negativa desde su lanzamiento en 2019, sufriendo una caído del 20%", un rendimiento que ha conllevado la destitución de su responsable este año.
Otro fondo que se ha visto afectado por su exposición a Rusia ha sido el Legg Mason Western Asset Macro Opportunities Bond, ya que el rublo ruso constituía su segunda mayor exposición a divisas, aparte de que "la duración del fondo ha sido bastante alta durante todo el año, afectando considerablemente a la rentabilidad", señala Loinaz, .
Entre los productos que más han decepcionado a los analistas se encuentran también algunos muy conocidos de retorno absoluto, como el GAM Absolute Return Bond, el Franklin Templeton Global Total Return o el BNY Absolute Return Equity. Este último, gestionado por Insight, era uno de los fondos market neutral preferidos en España, pero "en 2018 entró en un drawdown del que después de cinco años sigue sin recuperarse, lo que ha terminado afectando a sus activos bajo gestión, que han pasado de algo más de 2.000 millones de euros a poco más de 100 millones", señala Zulueta.
El producto de Franklin Templeton tampoco ha conseguido dar la talla. "Durante los años dorados de la renta fija y el crédito no lo consiguió y por diferentes razones las rentabilidades casi todos los años eran negativas. Este año, que los mercados de deuda han caído con fuerza, el fondo lo ha hecho igual de mal o peor que el índice", apuntan en Acacia Inversión. Por su parte, el vehículo de GAM ha experimentado una trayectoria similar al H20 Adagio, de la boutique integrada en Natixis IM hasta principios de este año, ya que eran fondos Ucits con liquidez diaria que terminaron invirtiendo en activos ilíquidos. La solicitud de reembolsos el peso de estos activos ilíquidos llegó a un nivel desproporcionado, lo que provocó la creación de side pockets. En el caso del fondo de GAM, ha sido liquidado finalmente.
Morgan Stanley US Advantage, un fondo con sesgos muy concentrados en valores growth y tecnológicos-, MFS Meridian Prudent Wealth, que ha pecado de una estrategia demasiado conservadora, Allianz Europe Equity Growth, penalizado por estar infraponderado en salud y consumo estable y estar sobredimensionado en tecnología, y Mirae Asia Great Consumer Equity, que ha sufrido el lastre de su alto peso en China y no haber sabido medir el riesgo de las principales apuestas en la demanda de los consumidores asiáticos , son otros de los productos que no han convencido a los analistas.