
Una firma llamada Silvergate Capital estaba lidiando con el mismo problema al que se enfrentan muchos bancos pequeños de EEUU: ¿Cómo lograr una ventaja competitiva cuando todos los competidores hacen exactamente lo mismo, pero mejor? La solución que encontró fue centrarse en un sector que otros bancos no querían tocar: las criptomonedas. En tan solo una década, el banco pasó de atender a pequeñas empresas a cotizar en bolsa, con la fama de dar servicios bancarios a importantes criptoclientes como Coinbase, Gemini Trust o FTX y Alameda Research, las dos firmas de Sam Bankman-Fried que estallaron de forma espectacular el mes pasado.
Hasta ahora, el acuerdo iba viento en popa, y las acciones de Silvergate llegaron a alcanzar un máximo histórico de 222,13 dólares en noviembre de 2021. Luego comenzó un doloroso criptoinvierno y, como colofón a lo que ya fue un año difícil para la industria, llegó la bancarrota de FTX. Y ahora, Silvergate se enfrenta a investigaciones de los reguladores, como la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU, la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos y el Departamento de Justicia.
La implosión del gigante del mercado 'cripto' levantó la pregunta de cómo los reguladores, los inversores y los minoristas que lo perdieron todo cayeron en lo que parece haber sido una estafa. Pero la sombra llega hasta Silvergate, socio necesario de Bankman-Fried y la firma que gestionaba sus cuentas. Ahora, con la lupa sobre el banco, los bajistas están sobrevolando a la empresa: sus títulos han caído a menos de 23 dólares por acción.
Aunque Silvergate ha repetido que tiene "un balance resistente y una amplia liquidez", y los analistas dicen que sus finanzas son sólidas, el banco se enfrenta hoy una pregunta tan difícil como la que lo llevó a meterse en el mundillo de las criptomonedas en primer lugar: si el experimento valió la pena.
La tesis detrás de la plataforma para casas de cambio de criptos, conocida como Silvergate Exchange Network, es relativamente simple. Las criptoempresas que de otro modo podrían tener problemas para encontrar un socio bancario pueden poner su dinero en esta plataforma y enviárselo entre sí a cambio de activos digitales. La red de Silvergate es solo para dólares estadounidenses y euros, y no admite transacciones con criptomonedas.
Los tokens que existen en el blockchain pueden cambiar de manos casi instantáneamente, y las empresas que los intercambian por dólares quieren una forma de completar estas transacciones en moneda fiduciaria a la misma velocidad que realizan las digitales. La red de Silvergate permite a los clientes hacer exactamente eso, pero los depósitos en el sistema no reciben intereses, lo que le brinda al banco tener una forma de financiar sus actividades a coste casi cero. Los depósitos de las firmas 'cripto' alcanzaron más de 14.000 millones de dólares a finales del año pasado.
"Cuando Silvergate entró en este negocio, era un banco comercial en el sur de California, y el mercado de depósitos era competitivo, y estaban tratando de explorar oportunidades de financiamiento de menor coste", dijo Michael Perito, analista de Keefe, Bruyette & Woods. "Cuando uno tiene una base de depósitos de bajo coste, puede obtener un buen rendimiento con un riesgo aceptable. No es ciencia espacial". El problema es que los bancos normalmente no quieren acercarse a las firmas 'cripto', dada la ausencia de regulaciones claras que rijan un sector famoso por el fraude y la malversación financiera.
Silvergate presentó su plataforma de criptopagos a principios de 2018. En noviembre de ese año, la compañía vendió su división de préstamos para pequeñas empresas y una sucursal minorista a HomeStreet Bank como parte de un esfuerzo por "aumentar su enfoque en su iniciativas de monedas digitales y sus competencias de préstamos especializados", según un documento regulatorio.
Banderas rojas
En medio de la agitación en la industria de las criptomonedas, Silvergate ha sido blanco de los vendedores en corto, que apuestan contra las acciones de la compañía. Hasta el jueves, cerca de un 29% de las acciones del banco disponibles para negociación se vendieron al descubierto, frente al 11% de hace un mes. Las acciones de Silvergate se han desplomado un 85% este año.
Silvergate ahora está valorado en aproximadamente la mitad de su valor en libros, frente a las 1,5 veces que marca la media del sector. En febrero de 2021, la valoración precio-valor contable de Silvergate de 11 era casi seis veces mayor que la de sus pares.
Una pregunta planteada por la implosión de FTX es cómo una empresa con una contabilidad tan deficiente obtuvo acceso al sistema financiero tradicional en primer lugar. Bankman-Fried ha dicho que su casa de cambios tardó más en asegurar una cuenta bancaria que lo que tardó Alameda Research. Y los reguladores tienden a evitar decirles a los bancos que no hagan negocios con empresas a menos que estén involucradas en actividades ilegales.
"Ha habido una gran controversia en general sobre si los reguladores deberían decirles a los bancos: 'No pueden hacer negocios con ciertas entidades'", dijo la expresidenta de Federal Deposit Insurance, Sheila Bair, en una entrevista de Bloomberg Television. Bair forma parte del directorio de Paxos, un proyecto de 'stablecoin' que figura como cliente de Silvergate en el prospecto del banco. "Si un negocio es legal, entonces decirle a un banco que no tenga tratos con ellos creo que es difícil, y no tengo conocimiento de que ninguna de las entidades que hacen negocios con bancos estadounidenses sean ilegales".
Convencido de su futuro
Silvergate entró en el mundo de las criptomonedas en los años posteriores a la crisis financiera mundial. Su CEO, Alan Lane, ha dicho que compró su primer bitcoin en 2013 y que la curiosidad lo impulsó a él y al banco cada vez más al mundo de los activos digitales. "Reconociendo que ni el dólar ni el bitcoin probablemente desaparecerán pronto, conectar estos dos mundos ha sido mi profesión y pasión desde entonces", dijo Lane en una carta del 21 de noviembre a los clientes.
Construir una base de depósitos a partir de una industria conocida por la volatilidad y los regímenes regulatorios inciertos no fue un proceso sencillo. Los ex empleados de Silvergate dijeron que era un desafío expandir el banco lo suficientemente rápido para mantenerse al día con el rápido crecimiento de los depósitos de los clientes de activos digitales. Las crecientes cargas de trabajo provocadas por la repentina expansión contribuyeron a una alta rotación de empleados. La fuerza laboral del banco creció hasta los 279 empleados de tiempo completo a fines del año pasado, desde loa 208 dos años antes.
No todos los que se han lanzado a los activos digitales están dispuestos a seguir soportando el riesgo. Signature Bank dijo a principios de esta semana que planea limitar la participación general de su base de depósitos aportada por clientes de activos digitales y limitar el porcentaje de depósitos de criptoclientes individuales. En una nota, los analistas de BTIG identificaron el movimiento como una oportunidad potencial para que Silvergate capture una mayor participación de mercado.