Madrid
Las últimas semanas han sido especialmente intensas en las operaciones de renta fija. Hace poco más de 10 días este mercado, que estaba cotizando en zona de máximos del año (en rentabilidad, mínimos en precio), dio un giro importante ante la visión de que la desaceleración de la economía ya era palpable también en un enfriamiento de la aceleración de los precios, lo que permitiría a los grandes bancos centrales relajar el ritmo de subida de tipos en el que se encuentran.
Esto se ha visto en todas las principales referencias, también en la española, a la cual ya se le vuelve a exigir menos de un 3% en la década, la primera vez que pasa esto desde hace algo más de dos meses, a mediados de septiembre.
Esta esperanza en un cambio de tendencia a la vez que los riesgos geopolíticos de un eventual impacto del misil ruso en Polonia (algo que parece descartado) se han aliviado han provocado que la expectativas de subidas de tipos para las próximas reuniones del BCE al menos no vayan a más y se disponga ya de una hoja de ruta clara tanto para las cifras de inflación como para los tipos de interés en la eurozona de cara a 2023.
"Es probable que la volatilidad siga siendo elevada en renta fija y, por tanto, hay que ser cautos hasta que veamos pruebas claras de que la inflación tiende a la baja", advierte Elena Nieto, de Vontobel.
Oportunidad de financiación
Este ligero alivio en los precios que el mercado exige a los bonos también tiene reflejo en el crédito corporativo, algo que están aprovechando las compañías del Ibex para abrir una nueva ventana de financiación emitiendo nuevos bonos. En este sentido, en los últimos días se han anunciado varias emisiones de empresas españolas, como Bankinter, Iberdrola, BBVA, CaixaBank o Telefónica. Asimismo, otras que han optado por realizar recompras de deuda han sido Ferrovial, Santander o ACS.
