
El mercado del gas en Europa está dando un respiro a las presiones inflacionistas que están castigando al Viejo Continente. Los precios del recurso energético que se utiliza de referencia en Europa, los contratos de futuro sobre el gas que se marcan en Holanda para el mes que viene, han caído por debajo de los 100 euros el megavatio / hora este lunes, el nivel más bajo que tocan desde el pasado mes de junio.
Con la caída de precios que se vivió el lunes, de casi un 13% durante la jornada, hasta el entorno de los 99 euros por megavatio / hora, los precios del gas se han reducido un 70% desde los máximos del año, los 339 euros del pasado agosto.
Que el gas caiga por debajo de 100 dólares es más que una anécdota, ya que supone que, antes de que empiece el año 2023, el componente del gas dejará de ser inflacionista en el Viejo Continente, uno de los principales responsables de que se haya producido la espiral de crecimiento de inflación en Europa en los últimos meses. Ahora, por debajo de los 112 euros de media en los que se movió el gas en diciembre del año pasado, el gas será un factor que tire para abajo de la inflación en la cesta del IPC.
Los inventarios se llenan
Aunque la guerra en Ucrania sigue generando un entorno de enrome incertidumbre con el mercado del gas, la realidad es que, con los esfuerzos que se han hecho en los últimos meses para abastecer los inventarios de gas europeos de cara al invierno, estos se han llenado hasta niveles con los que los mercados se están sintiendo cómodos.
La situación ha llegado a un límite en el que los barcos metaneros, que transportan gas licuado para las plantas regasificadoras que se encuentran, sobre todo, en España, están navegando a la deriva a la espera de encontrar terminales donde poder descargar. La situación de los inventarios es tan elevada que esto se ha convertido en una tarea más que complicada.
Con la parte de la oferta suficientemente abastecida, los mercados también parecen estar teniendo en consideración las altas temperaturas que se están dando en este momento del año en Europa, que no invitan a que se produzca un fuertre repunte del consumo de gas para calefacción mientras la situación se mantenga de esta manera. Así, el equilibrio entre la oferta y la demanda de gas se ha roto en los últimos meses, con Europa llenando los almacenes para que no le pille por sorpresa un invierno duro, mientras que, por el momento, las temperaturas apuntan a lo contrario.
Además, la llamada "excepción ibérica", el sistema de limitación de precios que se ha impuesto en España y Portugal, y que la Unión Europea decidió implementar temporalmente el pasado viernes, tiene la capacidad de reducir el precio del gas "entre un 10% y un 35%" en Europa, según la empresa finesa Wartsila Oyj.