
El desasosiego se ha apoderado del ánimo inversor que, paulatinamente, ha ido alejándose de la renta variable a la espera de una mayor certidumbre. Hay menos liquidez en el mercado y esto se hace notar tanto en las subidas como, sobre todo, en las bajadas. La última corrección del Ibex 35 en el mes de septiembre se produjo con un 32% menos de media de volumen negociado frente a las caídas de junio de este año, cuando el selectivo retrocedió un 8,5% en el mes y frente a la corrección del 8,3% de noviembre del año pasado. Diariamente se movieron en bolsa 1.099 millones de euros, según datos facilitados por Bolsas y Mercados Españoles (BME), frente a los 1.490 millones de junio y los 1.793 millones de noviembre de 2021.
"El mercado está teniendo reacciones desmesuradas a datos macroeconómicos. No hay mucho dinero final en las bolsas, sí muchas posiciones cortas, mucha especulación, pero hay poco volumen y pocas ganas de tomar posiciones a medio y largo plazo", aseguraba Nicolás Fernández, director de Análisis de Banco Sabadell, la semana pasada en una entrevista con elEconomista.es, en la que dejó caer cómo progresivamente el volumen está desapareciendo de la bolsa, ante caídas que se producen cada vez con menos negociación.
De hecho, si se comparan datos del segundo semestre de este ejercicio, hasta el 14 de octubre, con el mismo periodo de 2020 y 2021, se observa una caída del 29% en los millones negociados diariamente en el Mercado Continuo, hasta los poco más de 1.000 millones frente a los cerca de 1.450 millones de estos dos años previos.
Poco o nada tiene que ver el nivel de implicación, además, del inversor minorista en la bolsa que dio un paso al frente en plena crisis del Covid en 2020 y eso se hizo notar en los mercados. La caída del Ibex de marzo de 2020, que llegó a superar el 22% de corrección, se produjo con un efectivo medio negociado de 2.521 millones de euros. Esto es el doble de la caída vivida en septiembre de este año. Y las subidas seguían una tónica similar. En noviembre de hace dos años, el mercado protagonizó un rally del 25% tras conocer las vacunas de Pfizer, primero, y luego llegaría Moderna y AstraZeneca. Lo hizo con una media diaria de negociación de 2.027 millones de euros. Este mes de octubre, en el que el Ibex acumula una subida que aspira a superar el 2%, el volumen es menos de la mitad -923 millones por sesión, en los primeros quince días del mes-.
Pero ¿qué hay detrás? Por un lado, es innegable el agotamiento de los inversores institucionales ante la falta de rumbo, con una recesión en ciernes y una vez que el minoritario capituló hace ya tiempo. Además, se está produciendo un regreso desde la renta variable a la fija y también a los productos más conservadores, como fondos monetarios (que vuelven a ofrecer rentabilidad) o, directamente, hacia los depósitos bancarios. "La liquidez es el único activo que se salva ante la actual situación de los mercados y recomendamos tener el máximo posible implementando una gestión activa", apuntan desde DiverInvest.
La incertidumbre que atraviesa el mercado sumado a la retirada de los inversores hacia la liquidez conduce a pensar en repuntes de la volatilidad, para la gestora Edmond de Rothschild AM teniendo en cuenta, aclaran, "la poca exposición al riesgo de los inversores y volúmenes de mercado bastante escasos". Ayer el índice del miedo -VIX- se situaba por encima de los 31 puntos, niveles medios superiores a la pandemia y cercanos a Lehman.