
Diaphanum va a ofrecer a sus clientes asesoramiento sobre inversiones en capital privado, deuda privada, infraestructuras y sector inmobiliario, los denominados activos ilíquidos, que está impulsando la banca privada en los últimos años como una forma de obtener un rendimiento alternativo a las carteras, en un momento en que se ha rebajado a 10.000 euros el acceso a este tipo de productos a clientes minoristas siempre que cumplan determinados requisitos.
La intención de la sociedad de valores fundada por Rafael Gascó y Hugo Aramburu es diferenciarse de la competencia realizando un análisis independiente para sus clientes, al igual que realizan en los activos financieros tradicionales, para que puedan tener una visión global de la rentabilidad a largo plazo y cuáles son los activos ilíquidos que más les interesa incorporar.
Aramburu explicó durante la presentación del servicio a los medios de comunicación que pretenden trasladar un modelo que ya funciona fuera de España respecto a esta tipología de activos, más orientado hacia el asesoramiento independiente que en la colocación pura de productos, donde las retrocesiones para el distribuidor son las que determinan su selección, más que la idoneidad para los inversores.
"No tiene sentido realizar el asesoramiento en productos alternativos sin tener en cuenta la cartera en su conjunto, agrupando los activos tradicionales, porque se deben planificar las aportaciones de capital en los fondos ilíquidos y eso requiere un análisis previo para determinar si son los mejores productos", subrayó Aramburu.
Precisamente el tema de la iliquidez, el horizonte temporal de las inversiones y el volumen patrimonial que se puede invertir en fondos alternativos son los principales factores a la hora de invertir en activos ilíquidos, lo que requiere una visión integral de la cartera, algo que Diaphanum va a ofrecer a sus clientes con el nuevo servicio, al igual que un análisis de su rendimiento.
En la sociedad de valores consideran que, ante la avalancha de oferta de productos alternativos, entre los que se incluye private equity en sus distintas modalidades, diferentes productos de deuda privada, desde emisiones garantizadas por un colateral hasta distintas prelaciones de bonos, inversiones en infraestructuras en las que se debe distinguir qué capacidad tienen de mantener la renta o su riesgo regulatorio y en el sector inmobiliario, es necesario saber cuál es el más adecuado para cada inversor, en función de sus necesidades de rentabilidad a largo plazo.
Y creen que tiene sentido destinar hasta un 20% de la cartera a los activos ilíquidos, que se puede acabar materializando incluso a través de fondos de fondos, una de las modalidades que ahora están en auge gracias a su capacidad de diversificación. "Más que el importe lo importante es valorar la capacidad de no disponer de esa liquidez durante el tiempo que dure la inversión", explicó Aramburu.
Diaphanum contará con un equipo especializado liderado por José Cloquell, como director del departamento de inversiones ilíquidas, y Cristina García, profesionales con amplia experiencia en este terreno.