
Cautela es la palabra que más se repite en la entrevista con Santiago Rubio, responsable de estrategia de inversión de CaixaBank, quien asegura que mantienen un elevado nivel de liquidez, sin exposición a ningún riesgo de tipos de interés y centrados en valores defensivos extraeuropeos. Y advierte de que cuando el mercado deje de preocuparse por el cambio de paradigma de los bancos centrales, deberá asumir que el crecimiento económico de China ya no será igual que antes, lo que repercutirá al crecimiento global.
¿Cuál es la estrategia para final de año?
El mundo está viviendo problemas económicos muy distintos y con perfiles de salidas muy distintos, empezando por EEUU, que está sufriendo un sobrecalentamiento clásico de la economía, en el que se han juntado una inflación que iba a ser temporal, por los cuellos de botella del Covid, con unas medidas paliativas de política fiscal, que es fácil decir ahora que fueron excesivas, aunque si iban a cometer un error, mejor pasarse que quedarse cortos. La inflación se ha convertido en más estable y ligada a un exceso de demanda. La solución es conocida: en palabras de Jerome Powell, presidente de la Fed, hay que reducir el vigor de la demanda. Pero no significa que sea fácil aplicarlo. Así que la Reserva Federal va a subir tipos en la magnitud y el horizonte temporal que haga falta para frenar su economía y controlar la inflación. En Europa la situación es muy distinta, tenemos un problema de shock de energía externo, lo que te lleva a una situación de estanflación, de alta inflación y poco crecimiento o recesión. Pero también es un problema con fecha de caducidad, en la medida que este shock energético desaparecerá. En el mejor de los mundos, porque la guerra de Ucrania provoque un cambio de régimen en Rusia y en el peor de los casos, cuando Europa haya generado las infraestructuras necesarias para cortar la dependencia de Rusia. Y luego está China, que es realmente el problema ahora mismo.
¿Por qué?
Ha perdido dos de sus motores clásicos de crecimiento, que eran la inversión inmobiliaria residencial y el gran beneficio que le aportaba la globalización como fábrica del mundo. En el primer caso, la burbuja se está desinflando y no es previsible que vuelva a liderar el crecimiento, y en el segundo caso, el proceso de desglobalización, que hace solo tres años, cuando estaba Trump de presidente, era solo una especie de amenaza difusa, con la invasión de Rusia a Ucrania va a ser un catalizador y va a ser negativo para China, porque nadie va a querer tener componentes importantes de su cadena de producción en un país que en un momento determinado puede hacer algo como ha hecho Rusia. Así que China tiene un problema más duradero que Estados Unidos o Europa, y probablemente de más gravedad para el crecimiento global. Los tipos van a seguir subiendo, va a haber muy poco crecimiento fuera de EEUU, en Europa tenemos un shock energético y en China una implosión económica, con lo que el escenario sigue sin ser especialmente bueno.
Volviendo a lo que comentaba de China, de que quizá el mercado no le está prestando todavía atención, ¿va a volver el foco?
La idea de que China ha llegado a un punto de inflexión y que no va a poder a volver a crecer como antes de la invasión de Ucrania es algo que todavía no ha calado en el mercado. Pero el proceso de desglobalización va a ser duradero, al igual que lo fue el de la globalización. Es un tema que nos va a acompañar durante años y va a tardar tiempo en incorporarse plenamente en nuestra visión del mundo. China va a perder esa capacidad de ser la fábrica del mundo.
¿Cree que esta desaceleración o recesión técnica de algunos países no se va a convertir en algo más persistente?
En China la desaceleración está ahí y en la medida en que consiguen reducir la política de Covid cero volverán al crecimiento, pero no será como antes. En Europa la recesión es de energía y durará lo que duren los niveles actuales del precio de la energía. En EEUU hablar de recesión es algo relativo porque tienen una economía con un vigor enorme. Y el problema que tiene la Reserva Federal es que su manera de enfriar la demanda es a través de los segmentos más sensibles a la subida de tipos, que es la inversión residencial, pero no es uno de los sectores pujantes, con lo cual la capacidad de enfriar la economía americana es más limitada así que en EEUU a lo mejor no empezamos a ver signos de debilidad económica hasta el segundo trimestre del próximo año.
Con este escenario, ¿cuál es la asignación de activos que están haciendo?
Estamos siendo muy conservadores, desde que empezó la guerra prácticamente. Y esto quiere decir que tenemos poco riesgo en renta variable, con un sesgo extraeuropeo y de valores defensivos muy marcados. Esta parte la estamos reconsiderando porque la preocupación de los inversores puede ser menos eurocéntrica y más sinocéntrica dentro de unos meses. Tenemos muy poca exposición a riesgo de tipos de interés y estamos largos de dólar, que en este entorno puede ayudar. Y de valores defensivos cuyos resultados tengan poca sensibilidad a ciclo y buena visibilidad de beneficios y capacidad de repartir dividendos.
¿De liquidez?
Tenemos abundante. Y no es malo que se inicie la recuperación de los activos libres de riesgo aunque sea poco, es todo un alivio respecto a hace unos años.