Bolsa, mercados y cotizaciones

Meliá borra las ganancias en bolsa pese a que volverá al beneficio neto

  • Ofrece un potencial alcista del 37%
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Hoteles llenos, precios por las nubes y reservas agotadas han sido la norma durante los últimos meses. El primer verano sin restricciones después de la pandemia de coronavirus ha sido todo lo parecido que podía ser a lo que era antes y el turismo no ha tardado en recuperar los niveles de los que gozaba en 2019, cuando año tras año se batían récords de visitantes y ocupación.

A priori, lo lógico sería pensar que esto se estaría viendo reflejado en bolsa, con fuertes subidas por parte de las principales compañías del sector, como es el caso de IAG, Aena, Amadeus o la propia Meliá. El caso de esta última es sintomático ya que, mientras sus estimaciones de beneficios no dejan de subir, su valor en bolsa ha sufrido un fuerte castigo en las semanas estivales. Sus títulos llegaron a revalorizarse casi un 35% desde el comienzo del año hasta inicios de mayo. Desde entonces ha ido borrando ganancias hasta ahora, que ya ha entrado en terreno negativo.

Por el contrario, los analistas han ido mejorando sus estimaciones de ganancias durante todo el ejercicio. De hecho, hace seis meses, en marzo, la previsión era que cerrase 2022 con un beneficio neto de cero, mientras que ahora ya se prevén 35 millones de euros. De cara a 2023, los expertos creen que casi triplicarán esta cifra hasta superar los 100 millones. Hay que tener en cuenta que en 2019, antes del inicio de la pandemia, Meliá logró 113 millones de beneficio.

En la Junta General de accionistas celebrada en junio la directiva anunció su previsión de tener un ebitda este año por encima de los 400 millones, algo que el consenso todavía no ve, ya que calcula algo menos de 380 millones.

"Los ingresos han recuperado niveles previos al Covid y la fuerte capacidad de subida de precios de los hoteles permitirá compensar en gran medida el incremento de costes", apuntan desde Bankinter. "La generación de caja será también positiva, lo que permitirá mejorar su liquidez y posición financiera, y podría vender activos para reducir su endeudamiento", agregan. En este sentido, el periodo pandémico ha sido complicado para la compañía, que ha visto incrementarse su pasivo considerablemente. El consenso de analistas que recoge FactSet estima que cerrará el curso con un endeudamiento de 7,3 veces su ebitda. La compañía ha puesto también su objetivo en una reducción de la deuda neta de 250 millones con respecto a 2021, pero los analistas no esperan, de momento, que el recorte sobrepase los 100 millones. "Esto depende de que se llegue al acuerdo de venta con contrato de gestión a largo plazo que se lleva negociando desde hace meses y que se debería cerrar ahora", explican desde Renta 4. "En conclusión, las perspectivas que da la propia empresa indican que la recuperación del negocio está siendo más rápida de lo prevista y a medida que se vaya obteniendo visibilidad, irá calando en las estimaciones de las firmas de inversión", agregan. "En principio tenemos más dudas de cara a 2023, teniendo en cuenta que el panorama macro se está deteriorando en los últimos meses", concluyen.

En Bankinter insisten en que "la previsión es que la demanda se mantenga fuerte, en niveles próximos a los de 2019 a pesar del entorno de menor crecimiento económico porque hay un desembalsamiento de la demanda y ahorro acumulado durante la pandemia, mayores costes de la energía, que favorecerán la demanda de resorts, sobre todo en Canarias y Caribe y la recuperación de la actividad de eventos y congresos; las cadenas con imagen de marca como Meliá presentan mayor capacidad de subida de precios y de venta directa al cliente, sin intermediarios, lo que dará cierta estabilidad a los márgenes". "Los resultados y proyecciones de cara al resto del año muestran la senda de recuperación con una demanda fuerte y que consigue mitigar los efectos de la inflación", arguyen desde Banco Sabadell.

Un potencial del 37%

Otra prueba de que el castigo en bolsa para Meliá está siendo algo injustificado es que las valoraciones de los analistas no se han deteriorado en este periodo. Lejos de eso, han seguido avanzando y se sitúan ya en la zona de los 7,9 euros, máximos no vistos desde el desplome provocado por la pandemia. Este nivel le deja a sus títulos un potencial que roza el 37% desde los niveles actuales. Asimismo, la mayoría de las casas de análisis recomiendan tomar posiciones mientras que solo el 9,5% de ellas sugiere deshacerlas.

El RevPAR ya roza el nivel prepandemia

Uno de los indicadores clave en el sector de la hostelería es el ingreso por habitación disponible, o RevPAR, que mezcla el precio que se paga por cada habitación con la tasa de ocupación. En este sentido, aunque el precio por estancia incluso se encuentra, según las estimaciones de los expertos, por encima de los niveles de 2019, la tasa de ocupación quedará cerca del 65% frente al 70% de hace tres años. En su conjunto, por tanto, el RevPAR alcanzará 82,6 euros, solo 4 euros menos que lo cifrado en 2019.

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