
El Tesoro Público se ha despedido hoy de manera oficial de los tipos negativos. Dicho de otra manera, deja de refinanciar deuda a corto plazo sin coste alguno. Los inversores han exigido hoy en la emisión de 365 millones a letras a tres meses un 0,145%. En julio, el emisor todavía las colocaba al -0,198%. Por primera vez desde junio de 2015, el Tesoro vuelve a pagar intereses en todos los plazos de emisión.
Las letras a tres meses fueron las primeras referencias de deuda en probar los tipos negativos. Los inversores pagaban al emisor por comprar deuda, todo un "contradios" decía el antiguo jefe de la patronal bancaria. El presidente del BCE, Mario Draghi, abrió la puerta del mundo de los tipos negativos, con su famoso whatever it takes..., quizá sin saberlo, allá por 2012. Tres años después, España, que estuvo al borde del colapso con los inversores pidiendo más del 2% por las letras a tres meses, se comenzó a beneficiar de los tipos negativos, gracias a las compras masivas del BCE en el mercado abierto. La deuda española cotizaba con tipos negativos, como la alemana.
Durante siete años, los inversores compraban deuda española directamente al Tesoro, contando con la seguridad de que el BCE la iba a comprar. El exceso de liquidez del mercado iba a la deuda europea pese a las pérdidas automáticas por la inversión. Daba igual que fuera deuda alemana, irlandesa, italiana o española. No había tanta deuda premium, triple A, para tanto dinero en el mercado Pese a que el BCE sigue y seguirá comprando deuda periférica, hoy oficialmente el Tesoro se despide de una era.
Las expectativas de fuertes subidas de tipos por parte de los bancos centrales, incluido el BCE, para controlar la inflación ha borrado de la circulación los tipos negativos. Actualmente, solo existen en algunos rincones de Europa, como en Bélgica o Eslovenia, y en Japón, en los plazos más cortos de la curva.
Hoy España ha dejado ese lado y, parece, que lo hará de forma definitiva, teniendo en cuenta que se espera que el BCE continúe subiendo tipos, por lo menos hasta final de año. Por primera vez desde junio de 2015, el Tesoro vuelve a pagar intereses en todos los plazos de emisión. El interés marginal que ha exigido hoy el mercado ha sido del 0,145% para letras a tres meses, frente al -0,198% de la colocación del pasado mes de julio. El último reducto que le quedaba al Tesoro de tipos negativos. También en julio, la emisión de letras a seis meses pasó a positivo. Los inversores suelen exigir menos intereses por la deuda a corto plazo, que por los plazos más largos, al asumir menor riesgo. Las tenencias largas implican mayor probabilidad de asumir un impago.
El importe de colocación asciende a 365 millones, sobre una demanda de 1.935 millones. La operación a tres meses iba acompañada de otra emisión a nueve meses, de mayor cuantía. El Tesoro ha colocado 1.337 millones en letras a nueve meses al 0,618% frente al 0,468%, anterior, sobre una demanda de 4.457 millones, según los datos del organismo.
El Tesoro Público esperaba colocar este martes entre 1.500 millones y 2.500 millones. La emisión apenas ha superado los 1.700 millones por el aumento de los intereses que comienzan a pedir los inversores. Se abre una nueva era para la deuda española.