
Sam Bankman-Fried, fundador y CEO del intercambio de criptomonedas FTX, continúa siendo el mayor criptomillonario del mundo, superando incluso la fortuna de su colega Changpeng Zhao (Binance). Este joven aún de 30 años y considerado como el Robin Hood millennial ha saltado a la palestra al anunciar un salvavidas para aquellas empresas criptográficas que han pasado graves problemas ante el crash más reciente de los activos digitales.
"Estamos empezando a rescatar algunas empresas que se acercan a nosotros", reveló Bankman-Fried en una reciente entrevista Financial Post. En ella indicó que tiene unos cuantos miles de millones preparados para rescatar al sector, aunque, según él, lo peor ya ha pasado. Y pocos pueden decir lo mismo, ya que su fortuna ha caído considerablemente en este 2022, pasando de 26.500 en diciembre de 2021 a 20.300 millones de euros a día de hoy, ocupando el puesto 60 de las personas más ricas del planeta.
Unas de esas empresas "que se acercan" a FTX son las plataformas de divisas digitales BlockFi y Voyager Digital. Respecto a la primera, Bankman-Fried concedió en junio al prestamista estadounidense de criptomonedas una línea de crédito de 250 millones de dólares, y el pasado viernes alcanzó un nuevo acuerdo que otorga a FTX la posibilidad de comprar la empresa a un precio variable de hasta 240 millones de dólares en función de los resultados obtenidos.
En cuanto a Voyager Digital, el fundador y CEO de FTX y de Alameda Research la rescató tras declararse ésta en quiebra. Bankman-Fried propuso un plan de rescate de unos 500 millones de dólares para sortear las condiciones actuales del mercado. El CEO de la compañía, Stephen Ehrlich, mostró su respaldo con la medida y aseguró que este capital ayudará a mantener las operaciones en este momento tan sensible para el ecosistema. Sin embargo, esta se vio en la necesidad de declararse en bancarrota dado que tenía exposición a Three Arrows Capital, lo cual comprometió más de 650 millones de dólares allí invertidos.
El objetivo de estos rescates no es otro que el de proteger los activos de los clientes y evitar que el contagio rebotara a través del sistema. "Tener confianza con los consumidores de que las cosas funcionarán como se anuncia es increíblemente importante y, si se rompe, es increíblemente difícil recuperarlo", señaló Bankman-Fried. En enero, FTX presentó FTX Ventures, un fondo de capital de riesgo de 2.000 millones de dólares centrado en inversiones en activos digitales, que desde entonces ha utilizado para ayudar a rescatar empresas que carecen de liquidez, pero no de activos.
Con todo esto, el fundador de FTX confiesa que su empresa todavía cuenta con suficiente efectivo disponible para hacer un trato de 2.000 millones de dólares si fuera necesario, aunque señala que esa no es su preferencia. En este sentido, Bankman-Fried, quien ganó miles de millones arbitrando los precios de las criptomonedas en Asia desde 2017, dijo que usó su propio efectivo para respaldar a las criptoempresas en quiebra cuando no tenía sentido que FTX lo hiciera. "FTX tiene accionistas y tenemos el deber de hacer cosas razonables por ellos y ciertamente me siento más cómodo quemando mi propio dinero", añadió.
En mayo de 2022, Bankman-Fried compró el 7,6% de Robinhood Markets Inc., y desde entonces se ha rumoreado de una posible fusión con FTX, algo que el mismo criptomillonario ha rechazado en unas declaraciones a Forbes, aunque no niega que haya más criptointercambios. Sin duda, Bankman-Fried está aprovechando el caos de las criptomonedas para expandir su imperio. ¿Hasta dónde llegará?