El Banco de Inglaterra (BoE) ha dado un nuevo paso en el endurecimiento de su política monetaria tras ejecutar la quinta subida de tipos de interés consecutiva. El BoE ha anunciado una alza del precio del dinero de 25 puntos básicos, que deja el tipo de interés principal en el 1,25%, máximos no vistos en 13 años. La decisión de elevar los tipos solo en 25 puntos básicos se produce por la reciente debilidad de la economía británica, que estaría desacelerándose más rápido de lo previsto, según los indicadores adelantados.
El Banco de Inglaterra da así continuidad a la restricción monetaria global que dio comienzo a finales de 2021 con un tono mucho más agresivo de los bancos centrales y que se está materializando este 2022 con subidas de tipos intensas y retiradas de estímulos (quantitative tightening). Seis miembros del Comité Monetario han votado a favor de la subida de 25 puntos básicos, mientras que otros tres habrían preferido un alza de 50 puntos básicos.
La marea de liquidez está reduciéndose a la vez que sube el precio del dinero. La intención es reducir el crédito, rebajar el precio de los activos y enfriar la economía para que la inflación vuelva a su cauce. Esta es la parte que puede controlar la banca central (la demanda), lo que deja fuera de su alcance directo los problemas de oferta que también están contribuyendo a la inflación global.
El propio Reino Unido está lidiando con una inflación que se encuentra en el 9%, niveles que no se veían en más de 40 años. En las islas se está viviendo una crisis del coste de la vida que amenaza de forma seria a la economía. Aunque los salarios han venido creciendo por encima de la media de los últimos años, el crecimiento real de los mismos (descontando la inflación) está siendo negativo, lo que reduce el poder adquisitivo de las familias y amenaza el consumo. El PIB cayó un 0,3% en abril contra todo pronóstico, lo que está generando cierto nerviosismo.
El comunicado destaca que "la confianza del consumidor ha vuelto a caer, aunque otros indicadores del gasto de los hogares parecen haberse mantenido. Algunos indicadores de confianza empresarial se han debilitado, aunque hasta ahora se han mantenido más resistentes que los indicadores de confianza del consumidor y consistentes con un crecimiento positivo subyacente del PIB".
Por otro lado, la tasa de paro se encuentra en el 3,8%, tras registrar una leve subida en el último mes. Esto quizá es hasta una 'buena' noticia, puesto que el gran problema del mercado laboral británico ha sido la escasez de trabajadores: "Podemos decir provisionalmente que la escasez de trabajadores en el Reino Unido ha dejado de empeorar, aunque esto no quiere decir que vaya a mejorar la situación a corto plazo", señalan los economistas de ING.
Causas de la inflación
El BoE reconoce en su comunicado que parte de la inflación que sufre el Reino Unido es por factores endógenos. Frente a otras instituciones que buscan culpar de la subida de precios a la guerra de Ucrania y a otros factores globales, el BoE admite que "no todo el exceso de inflación puede atribuirse a eventos globales. Las interacciones con factores internos también han desempeñado un papel, incluido el mercado laboral ajustado y las estrategias de precios de las empresas".
Además, el organismo añade que "la inflación de los precios de los servicios de consumo, que está más influenciada por los costes internos que por la inflación de los precios de los bienes, se ha fortalecido en los últimos meses. Además, la inflación de los precios de los bienes de consumo subyacentes es mayor en el Reino Unido que en la zona del euro y en Estados Unidos". De este modo, el Banco de Inglaterra reconoce parte de culpa (también del Gobierno británico) en la fuerte inflación que sufre Reino Unido.