
El precio de la pasta barata se ha disparado un 50% en el Reino Unido durante el año pasado, liderando una larga lista de productos de alimentación básica cuyos precios registraron aumentos de dos dígitos, según los datos de la Oficina de Estadística británica (ONS), que destacan los duros efectos de la crisis inflacionaria en las economías familiares del país.
La ONS, que calificó las cifras de "altamente experimentales", señaló que los precios de las patatas fritas, el pan, la carne picada y el arroz habían aumentado más de un 15% interanual en abril.
A pesar de los sorprendentes aumentos en toda esta lista, algunos alimentos básicos habían registrado caídas de precio, como las manzanas, las patatas o el queso. El resultado es que, de media, el aumento de los productos básicos más baratos fue similar a la del conjunto de la cesta de la compra, que ronda el 6%, según los datos de abril de la ONS.
Pero estos datos apuntan a difícil situación de los más pobres, que gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en energía -que también se ha disparado-, alimentos y otros artículos esenciales. La crisis ha obligado al Gobierno de Boris Johnson a anunciar miles de millones de libras de ayudas, especialmente a las familias más desfavorecidas.