El análisis de los fundamentales de una empresa para intentar entender si es una buena oportunidad de inversión no es una ciencia exacta. El pasado es un denominador común para todos los analistas, pero no es más que una guía que ayuda a los gestores a tomar decisiones a futuro. Al final, los inversores realizan apuestas en base a sus previsiones y a los escenarios que contemplan para las compañías en los siguientes años, y en esta práctica muchas veces hay diferencias de opinión.
Esto es, precisamente, lo que está ocurriendo en este momento con una de las mayores empresas cotizadas del planeta, Apple, que está siendo motivo de debate por las diferencias de valoración de dos de los inversores más famosos del mundo: Warren Buffett (Nebraska, 1930) y Michael Burry (California, 1971).
El primero, considerado uno de los mejores inversores de la historia, si no el mejor, mantiene una enorme confianza en las acciones del gigante tecnológico Apple, una posición con la que, desde el año 2016, ha cosechado miles de millones de dólares en beneficio.
Burry, por otro lado, se convirtió en un inversor de renombre después de prever con mucho acierto el estallido de la crisis inmobiliaria de 2008. Su historia fue recogida por la famosa película La Gran Apuesta, en la que se narra todo el proceso que tuvo que seguir el inversor para lograr rentabilizar su inversión: posiciones cortas contra el mercado inmobiliario estadounidense.
Ahora, es seguido por millones de inversores en todo el mundo, y sus declaraciones suelen tener mucho eco en el mercado. A principios de 2021, por ejemplo, advirtió del peligro de entrar en una situación de hiperinflación similar a la que se sufrió durante la República de Weimar. Es un escenario apocalíptico que no se ha materializado, pero meses después de la advertencia de Burry, el principal problema económico al que se está enfrentando la economía mundial es, precisamente, el fuerte repunte que ha experimentado la inflación.
Dos apuestas opuestas
Buffett y Burry contemplan ahora dos escenarios muy diferentes para Apple. Las inversiones que han hecho en la empresa ambos gestores en los últimos meses son totalmente opuestas. De este modo, se ha planteado un debate para muchos inversores. ¿Es Apple una oportunidad value o más bien una trampa de valor a los precios actuales?
El primero, manteniendo a la firma de la manzana como su principal inversión en la cartera de Berkshire Hathaway (la sociedad cotizada de Buffett, el instrumento con el que canaliza sus inversiones desde hace décadas, y con el que ha conseguido generar rentabilidades anualizadas de más del 18% para sus accionistas, en un periodo en el que las rentabilidades del S&P 500 han sido del entorno del 7% anualizado), con un 38,3% de la cartera a cierre del primer trimestre de 2022.
La apuesta bajista de Burry le ha dado beneficios superiores a los 7 millones de dólares
Burry, por el contrario, mantenía en aquel momento una posición corta en la empresa estadounidense, una apuesta clara por que se produjesen caídas en los títulos de la firma, caídas que, de hecho, se han confirmado en los dos meses que han transcurrido desde entonces. El célebre gestor habría abierto su posición corta cuando las acciones de la compañía cotizaban en el entorno de los 180 dólares, y ahora las acciones se mueven en los 140 dólares, un 22% por debajo de los niveles en los que habría entrado el gestor con su hedge fund Scion Capital.
Tomando como referencia los 174,61 dólares en los que cotizaban las acciones de Apple al cierre del 31 de marzo, y los 140 dólares en los que se movía ayer, a media sesión de la bolsa estadounidense, los 35 millones de dólares en posiciones cortas de Burry habrán dejado beneficios superiores a los 7 millones de dólares para un fondo que maneja un patrimonio del entorno de los 160 millones de dólares.
En el mismo periodo, Berkshire Hathaway ha perdido unos 32.000 millones de dólares, ya que posee 911 millones de acciones de Apple en cartera, una inversión de casi 160.000 millones el 31 de marzo, que ahora habría quedado en 128.000 millones, si el holding ha mantenido todas las acciones en cartera en este periodo.
Quién confía y quién no
Es evidente que Buffett mantiene buenas expectativas para Apple de cara a los próximos años y, por el contrario, que Burry vio un precio excesivo en 180 dólares. ¿Quién tiene razón, según los expertos? En este caso también hay dos formas de verlo. En primer lugar, si se atiende a las recomendaciones que mantienen los analistas, Apple continúa siendo una buena inversión.
El consenso de mercado que recoge Bloomberg recomienda claramente comprar las acciones de la empresa, con un 75% de recomendaciones de compra, un 23% de mantener, y apenas un 2% de vender. Para ellos, el precio objetivo de la firma son 185,7 dólares por acción, lo que le otorga un potencial del 32,3% en la actualidad.
Sin embargo, los grandes inversores institucionales no parecen compartir esta visión tan positiva del consenso, ya que, en general, infraponderan Apple en sus carteras. Según los datos que ha recopilado Morgan Stanley, basándose en las posiciones que tienen los 100 mayores portfolios institucionales, el peso de Apple en estas carteras es del 5,75%, frente al 7,1% que tiene la empresa en el S&P 500. Sólo el futuro esconde quién tiene la razón en este caso: Buffett y el consenso de mercado o Burry y los inversores institucionales.