No solo es cerrar más de 500 tiendas en Rusia sino también una situación de hiperinflación que afectará al bolsillo de los consumidores y, por ende, a las ventas de ropa. Inditex está sufriendo como ninguna otra firma nacional las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania. La compañía anunció el fin de semana que paraliza su actividad en el que es el segundo mercado para la compañía por número de tiendas -solo superado por España-, que representa el 8,5% de su ebit y cerca del 10% de las ventas (si se suman también las 72 tiendas de Ucrania y las 12 de Bielorrusia).
Las firmas de análisis que se han pronunciado en las últimas horas han recortado, preliminarmente, cerca del 20% su previsión de ebit para el grupo de cara al próximo ejercicio -el correspondiente a 2022-2023-; un 8% de las ventas, y sobre el 16% del beneficio neto. Hay que tener en cuenta que Inditex presentará sus resultados anuales -del año 2021-2022- el próximo 16 de marzo. Se espera un beneficio de 3.682 millones de euros hasta enero, ya por encima de niveles preCovid del año 2019.

Aunque el consenso se va moviendo poco a poco, ya se atisba un recorte del 5% en las previsiones de resultado neto para los próximos doce meses, que vuelven a poner en duda los 4.000 millones de euros, y se sitúan ya más cerca de los 3.900 -200 millones menos que antes del estallido de la guerra-.
Además del cierre temporal de Rusia y Ucrania desde Goldman Sachs añaden a la ecuación "una caída de la confianza del consumidor" no solo por la guerra, sino también por el menor poder adquisitivo ante la elevadísima inflación y esto repercute en su previsión de crecimiento de las ventas que rebajan del 23% al 15% para el primer trimestre -febrero a abril- y del 6% al 4% para los tres restantes, y esperan, en conjunto, una evolución "de las ventas de entre el -1,4% al 4,8% frente al anterior 5,5%-9,7%".
"En 2022 la aportación podría ser negativa por los costes en los que es previsible que Inditex incurra a pesar de tener las tiendas cerradas. Por este motivo, y porque parece probable ver una ralentización del consumo en Europa, hemos rebajado nuestras estimaciones de ebit para 2022/23 en un 19%", sostiene Sabadell, que lo sitúa ligeramente por encima de los 4.000 millones de euros, con ventas que pasarán de la estimación hace un mes de 29.500 millones a caer de los 27.000 millones. También ha bajado otro 16% su estimación de beneficios para el siguiente año.
En caso de que el conflicto se prolongue en el tiempo, Bankinter habla de "crecimiento nulo del beneficio neto y de un impacto en ventas del 10%".
Credit Suisse -que lleva años infraponderado en Inditex- habla de un año "de fuertes desafíos" para la compañía "debido a su exposición a Rusia/Ucrania y a los costes al alza del petróleo, gas y alimentación que deberá asumir el consumidor europeo". Es el primer mercado para Inditex, con la mitad de sus ventas. Sus analistas han revisado un 22% a la baja su previsión de ebit y hasta un 9,7% la de ventas para el próximo ejercicio. "La baja demanda hará más difícil si cabe trasladar el incremento de costes [al cliente final] en la industria", aseguran. Esto tiene otra derivada y es el impacto en márgenes. Hasta hace quince días Inditex aspiraba a recuperar un margen bruto del 18% a partir del próximo año y es algo que ya se descarta, y se mantiene sobre el 17% que se espera para este año que cerró en enero.
'Tijeretazo' del 12% a su precio
Doce casas de análisis han revisado su recomendación sobre Inditex desde finales de febrero. De ellas, nueve han decidido rebajar el precio objetivo para la firma, de media, en casi un 12%, pasando de los 32,78 euros por título a doce meses vista, hasta los actuales 29 euros. Esto reduce el potencial alcista para la firma textil hasta el 37%. Ayer, como contrapeso al desplome del lunes, su acción subió un 6,64%, hasta los 21,2 euros. En el año corrige un 26%.