Para la deuda corporativa, el año 2022 está doliendo como una cornada histórica. Las ventas que se están produciendo en este tipo de bonos han desembocado en el mayor desplome que se recuerda en los precios de esta categoría de deuda: ya se pierde un 5,8% desde el primer día del año, igualando el peor dato desde que hay registros, de 1973, un ejercicio en el que los bonos corporativos perdieron un 5,86%.
Es, precisamente, en ese año, desde cuando Bloomberg recoge datos de este índice de deuda corporativa, y desde entonces no se había repetido un año tan negativo. Si terminase ahora el ejercicio, supondría un nuevo récord histórico de pérdidas para los inversores en este tipo de bonos.
Es llamativo, y más teniendo en cuenta los buenos resultados que ha dejado la categoría de bonos corporativos en las últimas décadas: desde 1973 la rentabilidad anualizada de la deuda corporativa es del 7,4%, frente al 5,4% del índice de bonos mundial desde 1990 y el 4,03% que se consigue con los bonos soberanos desde 2001.
Enrique Lluva, subdirector de renta fija de Imantia, explica por qué las pérdidas están siendo tan abultadas en el corporativo, frente al soberano. "En el corporativo, salvo los primeros nombres de cada sector, no estaban acostumbrados a conseguir financiación a tan largo plazo como lo han conseguido en la época monetarista, la que ha llegado tras la crisis de Lehman. Es la primera vez en la historia que hemos visto tipos negativos y compras masivas en Europa que incluían bonos corporativos", destaca.
"Lo que estamos descontando los mercados es que ya no se va a comprar deuda corporativa en Europa, tan pronto como después del verano", explica Lluva, y pone sobre el papel el impacto que está teniendo las ventas en el índice de deuda corporativa: "A principio de año un bono BBB+ a 5 años se negociaba entre el 0,2% y el 0,25%, y ahora ese mismo bono se negocia entre 1,20% y 1,30%. Si multiplicas los 100 puntos básicos por 5 años de duración, ahí tienes ese 5% de pérdidas", señala.
El 'high yield' aguanta mejor
Desde TwentyFour, boutique de Vontobel, reconocen que las fuertes pérdidas en el segmento de renta fija corporativa no se están produciendo como podrían haber esperado: "Dada la preocupación por el impulso de la inflación y los consiguientes movimientos en los mercados de deuda pública, no nos ha sorprendido ver una elevada volatilidad en los mercados de crédito", explican.
"Sin embargo, esperábamos que cualquier rendimiento inferior se concentrara en los mercados de grado de inversión más correlacionados con los movimientos de los tipos subyacentes. Esto se debe a sus mínimos colchones de diferencial y la mayor sensibilidad a la duración que tienen respecto al mercado de alto rendimiento, con peor calificación", señalan.
Y es que, el high yield no está siendo el principal responsable del mal año de la renta fija corporativa. Las pérdidas que acumulan los bonos de este tipo sin grado de inversión son del 3,98% en el año, por debajo de las caídas que han sufrido el índice que incluye también bonos con grado de inversión.

"El BCE no compraba high yield porque no había razones reales para tener malas perspectivas para el high yield. A este tipo de deuda lo que se aplica es el ciclo económico y las condiciones de financiación de la economía, y estas no van a ser malas. No va a haber un problema de liquidez, ni este año, ni el que viene", explica Lluva.
Si se desglosa el segmento de la deuda corporativa por sectores, las pérdidas se mueven entre el 4% y el 6%. El sector que mejor está aguantando el rejonazo es el de consumo cíclico, con pérdidas del 4,08%, y el que más cae en lo que va de año es el de las comunicaciones, con un -6,02%.
Los fondos que mejor lo hacen
De media, los 590 fondos que invierten en deuda corporativa en euros y están disponibles en España, acumulan un -3,7% en el año, mejorando el comportamiento del índice. Son una gran minoría, pero existen cuatro vehículos en esa larga lista que consiguen evitar las pérdidas.
El que mejor lo hace en el año es UBS (Lux) IF Euro Corp, con una rentabilidad del 2,23% en el año. Tras él se sitúa LO Selection Credit Bond EUR SA, de Lombard Odier, con un 2,02%l y en tercer lugar aparece BBVA DIF EUR Corporate Bond I, con un 0,65%. Stt Strt EUR Corp ex-Fi Bd Idx B EUR Acc, por su parte, aguanta con un 0,17%.
Cada vez menos bonos 'en negativo'
La cantidad de dinero invertido en bonos que ofrecen rentabilidad negativa sigue desplomándose. El cambio de pie de los bancos centrales sigue generando una venta masiva, que ha llevado la cantidad de deuda en negativo hasta mínimos no vistos desde 2015.
La caída está siendo rápida: ahora hay cerca de 4.000 millones de euros en bonos que siguen en esta situación, cuando en diciembre de había superaban los 18.000 millones de euros. Hasta 2015 nunca había aparecido esta anomalía en la renta fija.