
Los fondos de inversión son uno de los productos estrella en el mundo inversor. El pasado año fue sin duda alguna uno de los mejores ejercicios de los fondos en España. La asociación de instituciones de inversión colectiva, Inverco, notificó entradas de casi 25.000 millones de euros a estos productos, la cantidad más alta en más de un lustro.
Las buenas rentabilidades de los mercados, además, impulsaron el patrimonio bajo gestión hasta los 316.084 millones, un 15,1% más que el año previo, según los datos provisionales. Invertir en un fondo, como otros procesos en la vida, requiere un conocimiento y aprendizaje previos.
Un fondo de inversión es un producto de inversión colectiva (IIC). Aglutina las aportaciones de los partícipes (personas) para invertir sus ahorros. La suma de todas estas aportaciones de capital va a parar a un fondo mayor, creado para diversificar ese capital entre diferentes activos: renta fija, renta variable...
El objetivo de este vehículo de inversión es lograr las mejores condiciones posibles. Aquellas imposibles de reunir en una inversión por cuenta propia. Uno de sus puntos fuertes es la seguridad, puesto que la gestión recae en profesionales. Por no hablar de que los fondos están supervisados por organismos oficiales, como los reguladores de los mercados. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegura que se cumplan los factores de transparencia, liquidez y diversificación que exige la regulación.
Conceptos básicos
Existen infinidad de tipos de fondos. Pero para entenderlos bien hay que conocer el 'abc' de características o partes que los componen. En primer lugar, como se mencionaba antes, están los partícipes del fondo, las personas que invierten su dinero, a través de aportaciones, con el objetivo de conseguir un rendimiento de ese capital.
La sociedad gestora es el principal elemento de confianza, puesto que bajo su nombre trabajan los gestores, profesionales que invierten el capital del fondo. Es por eso que un fondo no tiene personalidad jurídica, sino "sociedad gestora". Esta administra el fondo, pero no es la propietaria. Los propietarios son todos los partícipes del fondo.
Un tercer actor es la entidad depositaria, encargada de custodiar y vigilar el patrimonio (valores y activos financieros). Tiene cierto control sobre la sociedad gestora y distinta naturaleza, pudiendo ser, por ejemplo, una caja de ahorros.
Después están los "automatismos" de los inversores. La compra de participaciones de un fondo se llama suscripción. Lo contrario, la venta de participaciones, es un reembolso. Y el valor liquidativo es el valor de esa participación en el mercado, que se calcula como la división entre el patrimonio total del fondo y el número de participaciones de un inversor.
Igual que un fondo busca siempre un rendimiento en un plazo de tiempo (el periodo de inversión), ese 'premio' para el inversor no se puede entender sin su némesis: las comisiones. Las más comunes en un fondo son las de gestión, suscripción y reembolso, depositaría o éxito. Y, efectivamente, son el enemigo número 1 de los inversores de un fondo.
Pero no todo son malas noticias y comisiones. Los fondos de inversión tienen una ventaja fiscal: hacer un traspaso de fondos (mover el dinero de uno a otro fondo) está libre del pago de impuestos. La única condición para librarse del peaje fiscal es que el fondo de origen y el de destino sean comunitarios y estén registrados en la CNMV.
La web de Finect dispone de escaparates de fondos de inversión de lo más variado, desde megatendencias, tecnología o inversión socialmente responsable, hasta inversión en fondos por geografía, como Estados Unidos o mercados emergentes. También desde la web se pueden comparar varios fondos al mismo tiempo.
Funcionamiento de un fondo
Aclaradas las partes y protagonistas de este tipo de vehículo de inversión, falta por conocer cómo funciona. Este es el funcionamiento de un fondo desde el punto de vista del inversor:
1. El inversor elige el fondo o contacta con un asesor financiero que le ayude a escoger el más adecuado a su perfil inversor. Algunas de las preguntas básicas para decantarse por uno u otro son: ¿qué perfil de riesgo tiene el fondo?, ¿qué política de inversión sigue?, ¿cuál es su rentabilidad histórica? ¿qué comisiones cobra y en qué cuantía?
2. El precio de las participaciones de un fondo se obtiene al dividir el patrimonio del fondo entre los partícipes
3. Cualquier inversor puede comprar o vender sus participaciones en cualquier momento. Es decir, suscribir o reembolsar.
4. El cambio de fondos se llama traspaso, y como comentábamos antes, está exento de tributar.
5. Además, el inversor solo tributa cuando se le reembolsen las participaciones y obtenga beneficio.