
El sectorial de turismo y ocio europeo comenzó la semana recuperándose parcialmente de la caída del 8% que sufrió el pasado viernes.
Aquella sesión la mayoría de empresas que integran el selectivo, especialmente las aerolíneas, tocaron sus mínimos anuales, después de que surgiera una nueva variante del Covid, conocida como Ómicron. Pero en la apertura de la semana el Stoxx 600 Travel & Leisure se anotó un 1,78%. Lo cierto es que la sesión el lunes fue de más a menos, ya que las compras de los primeros momentos -que llegaron a ser para el sectorial del 3,91%- se fueron diluyendo. Es lo que les sucedió también a las aerolíneas europeas, que antes, incluso, de la media sesión comenzaron ver difuminarse sus ganancias. ¿El motivo? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recalificó, pasado el mediodía, el riesgo de la variante Ómicron y lo estableció como "muy elevado", por encima de lo que manifestó el viernes previo, coincidiendo con la corrección de mercado. De esta forma, el ascenso que estaba consiguiendo el sector, se vio mermado.
La aerolínea que mejor aguantó fue la húngara Wizz Air, con ganancias del 5,47%.
Ryanair descendió un 12% el viernes, aunque no tocó mínimos, aunque todavía se encuentra a un 2% de los mínimos que marcó el 27 de enero de este mismo año. En la jornada de ayer, logró una subida de 1,85% y recuperó 293 millones de euros de capitalización, hasta los 13.700 millones. La alemana Lufthansa subió un 1,57% el lunes, tras sufrir una caída del 10% el pasado viernes.
Air France, que llegó a anotarse un 3,7% en la sesión, cerró con un alza del 0,5% (tan solo 12 millones de su capitalización). EasyJet subió un 0,56%, frente a la caída del 12% del viernes.
La misma volatilidad se vio en IAG, con una subida máxima durante la sesión del 5,6%, que finalmente quedó en nada y cerró en los 1,55 euros por acción, en mínimos anuales. El sectorial europeo acumula una corrección del 19% desde el máximo que tocó el pasado 1 de noviembre. IAG se deja en ese mismo periodo un 21%.