
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido a los reguladores federales que investiguen si las compañías petroleras y de gas están incurriendo en una "conducta ilegal" al beneficiarse de los altos precios del petróleo y el gas que se han disparado durante la pandemia.
El demócrata, que se enfrenta a una presión política cada vez mayor a medida que la inflación alcanza ya un máximo de 31 años, solicitó la investigación a través de una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), Lina Khan, alegando que existen "crecientes pruebas de un comportamiento anticonsumidor por parte de las compañías petroleras y de gas."
"La conclusión es la siguiente: los precios de la gasolina en los surtidores siguen siendo elevados, a pesar de que los costes de las compañías petroleras y de gas están disminuyendo", justifica el inquilino de la Casa Blanca en su misiva. "La Comisión Federal de Comercio tiene autoridad para considerar si la conducta ilegal está costando a las familias en el surtidor. Creo que debería hacerlo inmediatamente", añade.
Ataque a Exxon y Chevron
Este supone un ataque directo a las dos mayores compañías de petróleo y gas de EEUU por capitalización de mercado, Exxon y Chevron. De hecho, el mandatario ha resaltado que ambas están en camino de casi duplicar su beneficio neto con respecto a 2019, el último año completo antes de la pandemia.
Cabe recordar como la Administración del expresidente, Barack Obama también recurrió a la FTC para investigar el aumento de los precios de la gasolina como parte de un "Grupo de Trabajo sobre el Fraude en los Precios del Petróleo y el Gas" anunciado en 2011. Esta comisión determinó que el principal impulsor de los precios de los combustibles era el precio del crudo, según publica el Financial Times. En 2006, el presidente George W. Bush también abogó para que se investigara si las compañías petroleras estaban manipulando los precios.
El Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) criticó duramente la iniciativa de Biden y renovó su llamamiento para que el gobierno federal de EEUU fomente la producción nacional de petróleo y gas.
"Esto es una distracción del cambio fundamental que se está produciendo y de las desacertadas decisiones del gobierno que están exacerbando esta difícil situación", recalcó en un comunicado Frank Macchiarola, vicepresidente senior de política, economía y asuntos regulatorios del API.
El precio medio nacional del galón (3,1 litros) de gasolina normal es de 3,41 dólares. Esto supone 1,29 dólares más que hace un año, según la Asociación Americana del Automóvil (AAA), y un máximo de siete años. Aunque la media nacional bajó un céntimo la semana pasada, los precios de la gasolina en California batieron un nuevo récord el martes con un precio medio de 4,687 dólares por galón.
No obstante, Biden ha señalado que el precio del petróleo ha bajado más de un 5% respecto al reciente máximo de 84 dólares por barril del mes pasado, mientras que los precios de la gasolina han subido un 3% en el mismo periodo.
Reserva estratégica
Su Administración estudia la posibilidad de liberar crudo de una reserva estratégica federal en un intento de bajar los precios de la gasolina y ha pedido en repetidas ocasiones a Arabia Saudí, Rusia y otros países petroleros de la Opec+ que eleven la producción de crudo. También sugirió a su homólogo chino, Xi Jinping, haga lo propio y apoye la causa abriendo su reserva.
La FTC tiene la capacidad de aplicar las leyes de protección del consumidor contra "actos o prácticas desleales o engañosas" y para abrir investigaciones con el fin de obtener datos sobre el modo en que las empresas fijan los precios de la gasolina. El gobierno de Biden ha aumentado lentamente la presión sobre este asunto En agosto, Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional, ya recomendó a la FTC que "vigilara" las posibles conductas ilegales de las empresas petroleras y gasistas.