Las últimas subidas han dejado al EuroStoxx a solo una subida del 4,5% de alcanzar los máximos que conquistó en el año 2007 en 4.572, antes de que estallara la crisis financiera con la quiebra de Lehman Brothers. Este es el objetivo que en numerosas ocasiones he insistido que hay que buscar y que ya señalaba en los análisis que publicaba en elEconomista a finales del año pasado, cuando escribí sobre la hipótesis que manejaba para este 2021. Mencionaba este objetivo, así como los 10.100 del Ibex 35 o los 29.500 del Ibex con dividendos, que todavía se encuentran a un 8 y un 4,5% de los máximos de junio.
El alcance de estos objetivos ha ganado muchos enteros con la alegría y alboroto que estamos viendo, como refleja que el CAC, el DAX y el Russell al otro lado del Atlántico hayan establecido esta semana nuevos altos de todos los tiempos, lo cual es de todo menos algo bajista ya que sitúa a estos índices en subida libre absoluta.
La foto que vemos tras la ruptura de resistencias invita a ser optimistas de cara al 2021, pero eso no significa que haya que volverse locos comprando bolsa ya que para esto último lo óptimo es esperar a que se consoliden las últimas alzas.
Hemos pasado de estar en sobreventa hace unas semanas, que la aprovechamos para abrir numerosas estrategias de compra, a estar con una sobrecompra, que invita a tener cabeza. Los soportes que no deberían de perderse si queremos seguir confiando en mayores subidas son los 8.885 en el Ibex y los 15.800 en el DAX. Mientras se respeten apunten hacia objetivos.

