
El optimismo del mercado va desapareciendo según la crisis energética se agudiza y la sombra de la inflación se va haciendo más grande y más grande. Pero los dos principales bancos de inversión de Wall Street se han posicionado en contra del sentimiento del mercado y en línea con los bancos centrales. La inflación es un fenómeno transitorio, afirman, y aconsejan a sus clientes seguir comprando con las caídas.
Todo gira alrededor de la inflación. La crisis energética, la recuperación y los tapering de los bancos centrales están condicionados por el alza de precios. Y todos los miedos de los inversores se concentran en la misma palabra: estanflación. El cóctel explosivo de bajo crecimiento con la inflación disparada, un escenario de terror para bancos centrales y bolsas. Esta narrativa está comenzando a calar, mientras los precios de la energía siguen subiendo, junto a los datos de inflación.
Una encuesta de Deutsche Bank apunta a que existe un "consenso bastante fuerte" de que es más probable que se produzca algún tipo de estanflación. Y será recogida por el mercado con nuevas caídas del 5%. Sin embargo, uno de los analistas estrellas de JP Morgan, Mislav Matejka, jefe de bolsa europea, se muestra optimista sobre el mercado para lo que resta de año. Según una nota a clientes, comenta que las bolsas experimentarán una rotación interna significativa a fin de año, impulsada por un repunte en los rendimientos de los bonos, y al final del aplanamiento de la curva. El experto confía en un mercado en reflación, como el que impulsó el rally del año pasado, con el crecimiento acompañando a la inflación.
Matejka asegura que los temores de estanflación comenzarán a desvanecerse, y con ellos la debilidad del mercado. El analista recomienda comprar en la caída ante un horizonte despejado para los próximos meses. La preocupación por China retrocederá, soplará viento de cara con la pandemia, probablemente haya mayor gasto fiscal, el mercado laboral permanecerá fuerte y los inversores se sentirán cómodos con el tapering de la Fed. Con este escenario, Matejka ve mayor recorrido en las acciones value y en sectores cíclicos frente a índices bursátiles.
Matejka no está solo. "A pesar de la incertidumbre a corto plazo, esperamos que el mercado de valores continúe repuntando a medida que los inversores ganen confianza en que el ritmo actual de inflación es transitorio", escribe hoy también David J. Kostin, jefe de estrategia de Goldman Sachs. El golpe en Europa ha pasado más desapercibido pero el nuevo latigazo en las rentabilidades de los bonos ha supuesto para el S&P 500 una corrección del 5% desde máximos. "Creemos que esta caída será una buena oportunidad de compra, como lo han hecho los retrocesos del 5% en el pasado", aseguran desde Goldman.
"Las temperaturas por debajo de lo normal podrían exacerbar la situación de la oferta y hacer que los precios suban aún más"
La tesis de ambos bancos de inversión pasan por una tregua en los precios que están alcanzando el gas, el petróleo, el carbón y la electricidad. "La brutal escalada de los precios es un ejemplo de la implacable dinámica que en ocasiones se desencadena en los mercados de materias primas. El fuerte repunte del crecimiento desafía las complejas y lentas cadenas de suministro de la energía, lo que implica que las tensiones pueden aparecer con mayor celeridad y durar más tiempo", explica Yves Bonzon, CIO del banco privado suizo Julius Baer . Y añade que "esta feroz dinámica de mercado parece ser característica del habitual burbujeo que se forma en torno a los picos de ciclo. Los precios deberían enfriarse a finales de este año, puesto que los mecanismos de autorreparación del mercado se han activado".
El peligro de que los precios sigan subiendo durante el invierno se traducen en un riesgo para la economía. La percepción de mayor inflación supone un ritmo de consumo menor y también de inversión por parte de las empresas. En el mejor de los casos, se produce un aumento de los costes de producción, que termina afectando a los márgenes. En algunos sectores supone prácticamente cerrar la producción. Los expertos de Bank of America no son demasiados optimistas para que comiencen a frenarse los precios en breve. "La volatilidad extrema podría continuar especialmente al comienzo del invierno, ya que las temperaturas por debajo de lo normal podrían exacerbar la situación de la oferta y hacer que los precios suban aún más", indican. Nos esperan que haya una normalización hasta mediados de 2022.