Bolsa, mercados y cotizaciones

Por qué el bono americano en el 1,5% inclina la balanza de la inversión hacia el ciclo

  • La expectativa del tapering y subida de tipos propicia la caída de los valores tecnológicos
Madrid

Superar la barrera del 1,5% en la rentabilidad del bono a 10 años de Estados Unidos encendió todas las alarmas la semana pasada en unos inversores que ya han empezado a descontar el inicio del tapering por parte de la Fed en noviembre y que consideran que las elevadas presiones inflacionistas pueden propiciar un adelanto de la subida de los tipos de interés, estimado inicialmente para finales del próximo año. Si a esto le añadimos la incertidumbre ante la amplitud de las ondas expansivas de la caída del coloso inmobiliario chino Evergrande, que afronta impagos en sus bonos internacionales denominados en dólares, y la crisis energética en ciernes, los inversores encontraron la excusa perfecta para recoger beneficios de las compañías consideradas de crecimiento, como los tecnológicas, y rotar su dinero hacia valores más cíclicos.

El pasado martes fue el día crítico, ya que el T-Note norteamericano llegó a alcanzar el 1,52%, un nivel que no veía desde finales de junio Y lo mismó ocurrió con las principales referencias de los bonos europeos. El bund alemán, por ejemplo, se colocó en el -0,19%, y el título francés tocó el 0,15%, mientras que el bono español a diez años se situó en el 0,44% y el italiano, en el 0,18%, rendimientos que igualmente no se alcanzaban desde junio.

Esta escalada precipitó el cambio de tercio en los inversores, que se lanzaron a recoger beneficios en la bolsa. El S&P 500 llegó a caer un 1,86% ese día, y el Nasdaq, un 2,69%, mientras que el Stoxx 600 perdió un 2,18%, con el Ibex convirtiéndose en uno de los índices más bajistas del Viejo Continente, con una rebaja del 2,59%.

Estas caídas estuvieron acentuadas por la intervención ese mismo martes del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, ante la comisión bancaria del Senado de EEUU, en la que llegó a confesar que los datos de inflación eran más preocupantes ahora que al inicio del año. "Si una inflación más alta y sostenida se convirtiera en una preocupación seria, ciertamente usaríamos nuestras herramientas para asegurar que la inflación se mantenga en niveles consistentes con nuestro objetivo [del 2%]", aseguró Powell.

Nada nuevo, pero suficiente para acentuar el cambio de rumbo en los mercados, donde la inflación y el inicio de la era de subida de tipos de interés se han convertido casi en la única narrativa que domina las expectativas de los inversores, como quedó demostrado la semana pasada en los sectores que más se benefician de sus movimientos. Mientras el principal índice tecnológico, el Nasdaq, perdió un 4,01% semanal, el S&P 500 cerró con una rebaja del 3,18%, superior al 2,65% que perdió el Dow Jones. En el Stoxx 600, que sufrió una pérdida semanal del 2,74%, las compañías tecnológicas cayeron un 8,22%, seguidas de las de bienes industriales, que se dejaron un 4,36%.

En el lado contrario aparecen las compañías energéticas, bancos y automovilísticas, que subieron un 3,73%, un 1,77% y un 0,93%, respectivamente, siendo los sectores más beneficiados por la rotación de los inversores la semana pasada. De esta manera, el subíndice sectorial de entidades financieras del Stoxx 600 gana ya un 29,22%, beneficiado por el regreso de los dividendos, muy por encima del 22,88% que ofrece el subíndice tecnológico.

El bono americano ya se ha relajado cuatro puntos básicos, hasta situarse en el 1,48%, pero las presiones inflacionistas siguen siendo muy altas, como se ha visto en Europa, donde los precios han subido hasta el 3,4% en septiembre, el nivel más alto de los últimos 13 años.

¿Cuál es el rumbo que tomará el mercado a partir de ahora? Para Josep Bayarri, director de inversiones de Arquia Gestión, "los tipos que estamos viviendo no son muy razonables y nos encontraríamos mucho más cómodos si estos estuvieran al nivel que tenían antes del Covid. Por lo tanto, estamos pensando en niveles en el rango 1,8%-2%".

De la misma opinión es Miguel Castells, director de inversiones de Liberbank Gestión. "Aunque vemos una tendencia al alza en los bonos a largo plazo, no vemos excesivamente probable que suban al mismo ritmo. Una vez que el bono americano a 10 años ha perforado la zona del 1,5% muy probablemente llegará hasta el 1,6%-1,7% donde ya estuvo en marzo y abril", subraya.

Brian O'Reilly, responsable de estrategia de mercado de MIFL, pone otro elemento encima de la mesa. "La inflación es más alta de lo que muchos esperaban, lo que lleva a pensar que el BCE y la Fed podrían tener que subir los tipos antes, lo que está provocando otra rotación hacia el value. Pero la temporada de resultados del tercer trimestre comienza en unas semanas y creemos que la atención se centrará en el aumento de los costes salariales y de los insumos de las empresas, lo que podría afectar a sus márgenes", señala.

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La solución es tan sencilla como ordenar la agilización del papeleo de los burócratas, pero los políticos, como siempre, no paran de crear problemas.

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