
El pasado mes de julio la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional estimó los recursos presentados por Greenpeace y el Ayuntamiento de Pontevedra contra las resoluciones de la Administración central por las que se acordó otorgar una prórroga de 60 años (hasta 2073) para la biofábrica de Ence y, aunque la compañía anunció su recurso a la siguiente instancia, el Tribunal Supremo, todos se pusieron ya en el peor escenario, que es el cierre de esta planta tan pronto como sea posible.
La primera consecuencia de esto fue una terrible caída en bolsa, de más del 20% en las siguientes sesiones, que ha dejado su valor bursátil en el entorno de los 600 millones de euros, muy por debajo de las valoraciones de los analistas y del propio valor de los activos que aún mantendría, ya que solo la planta de Navia (Asturias) debería valer en torno a los 1.000 millones de euros.
La segunda vino con la presentación de resultados, que fue pospuesta hasta el día de hoy, al cierre del mercado, para tener tiempo de realizar los ajustes necesarios derivados de la sentencia. Ya en su momento, cuantificaron en algo más de 70 millones la salida de caja que tendrá el desmantelamiento de la biofábrica, a lo que habría que añadir una depreciación contable de entre 130 y 150 millones por los activos. Desde Banco Sabadell creen que "cualquier ajuste en las cuentas derivado de la sentencia se registrará por debajo del ebitda sin que ello suponga un impacto en caja directo". "A día de hoy no podemos cuantificar el impacto de estos ajustes aunque entendemos que no deberían ser superiores a los 74 millones de euros de salida de caja que estimó la compañía en su momento, más los 150 millones de valor en libros de los activos de Pontevedra", añaden desde la entidad catalana.
En todo caso, "esperamos unos resultados en línea con los presentados de forma anticipada en julio, con un mayor cash cost, un incremento en los precios de venta apoyado en la mejora del precio de la celulosa [en zona de máximos buena parte del año] y, en definitiva, una mejora importante de las ventas y el ebitda con respecto a las cifras del primer semestre de 2020", concluyen desde Sabadell.
Por tanto, se espera que pueda anunciar una provisión de más de 200 millones (sin una salida de caja directa) y que podría compensar con una indemnización mínima de 130 millones, que es lo que ha invertido en la planta desde la última prórroga concedida y que equivaldría a más del 20% de su capitalización actual.
Ampliación de Navia
Sobre los siguientes pasos a dar por Ence, y más allá de ganar el recurso en el Tribunal Supremo, la reunión mantenida con las instituciones a comienzos de mes se saldó con la conclusión de que no hay posibilidad de trasladar la fábrica de Pontevedra a otro emplazamiento y, por tanto, la única alternativa viable a corto plazo pasa por aumentar la capacidad en Navia, donde ya se han proyectado 340.000 toneladas más (frente a las 500.000 de Pontevedra).