Pese a las caídas registradas este martes, el S&P 500 comenzó la semana afinando un nuevo hito. El índice duplicaba su nivel desde el mínimo alcanzado el pasado 23 marzo, cuando el apogeo de la pandemia hundió al indicador hasta los 2.237,40 puntos.
De esta forma, según calcula la CNBC, que el S&P 500 ha tardado 354 días en llegar a este punto, lo que supone la recuperación más rápida de un mercado alcista desde la II Guerra Mundial.
Durante la crisis financiera, el S&P 500 tocó fondo en los 676,53 puntos el 9 de marzo de 2009 y el índice de referencia no duplicó esa cifra al cierre hasta el 27 de abril de 2011. De media, los mercados alcistas tardan más de 1.000 días de cotización en alcanzar dicha meta, según el análisis.
Muchos atribuyen al estímulo monetario y fiscal sin precedentes el repunte experimentado por la renta variable en EEUU. En el punto álgido de la crisis del año pasado, la Reserva Federal redujo los tipos de interés a casi cero, al tiempo que instigó la compra de 120.000 millones de dólares mensuales en deuda para garantizar la liquidez. Esto se produjo mientras el S&P 500 sufría la caída del 30% más rápida de la historia.
Mientras tanto, el gobierno ha inyectado más de 5 billones de dólares en gasto adicional de estímulo a la economía, ofreciendo pagos directos a los contribuyentes así como ayudas adicionales a los desempleados.
El ágil mercado alcista ha hecho que el S&P 500 supere en un 4% el objetivo medio de fin de año de 4.328 puntos fijado por los principales estrategas de Wall Street. Alguno de ellos, como es el caso de David Kostin, estratega jefe de Goldman Sachs, han elevado su meta para finales de año hasta los 4.700 puntos.
Al mismo tiempo, los inversores apuestan por que las empresas aumente el gasto tanto en equipos como en la recompra de acciones, una combinación que que puede impulsar las acciones en los próximos meses, según recoge el Wall Street Journal.
Se prevé que las empresas del S&P 500 aumenten el gasto en efectivo hasta los 2,8 billones de dólares en 2021, sobre todo en gastos de capital, fusiones u otros tipos de inversión empresarial, según un reciente estudio de Goldman Sachs. Mientras tanto, las empresas han autorizado más de 680.000 millones de dólares en recompra de acciones hasta julio, una cifra sólo superada por el récord de 2018 en los datos que se remontan al año 2000.