El presidente de los EEUU, Joe Biden, quiere establecer un objetivo del 50% de vehículos eléctricos para 2030. Si bien es un objetivo en la línea de lo que se pretende hacer en Europa, esta decisión conlleva una serie de factores a tener en cuenta. La industria del automóvil se transformará en gran medida y será necesario el uso de nuevas materias primas.
En primer lugar, para alcanzar este objetivo es necesaria una fuente de litio suficientemente grande como para alimentar a todas las baterías de los coches que se pretender fabricar. Este problema ya formaba parte de los planes del país americano, de ahí que ya se haya avanzado en gran medida en la construcción de una mina en el estado de Nevada para satisfacer toda la demanda nacional y, así, no depender del producto importado; tal y como ya informó este medio.
Del mismo modo, EEUU necesitará baterías, así como puntos para su carga. Por otro lado, necesitará aumentar los centros de producción, ya que la gran mayoría de fábricas actuales implantadas en el territorio no son aptas para la producción en masa de coches eléctricos. Estas inversiones requerirán miles de millones de dólares.
Fabricación de baterías y centros de ensamblaje
Cabe destacar que, por el momento, solo hay alrededor de 2 millones de vehículos eléctricos en las carreteras estadounidenses, según los datos de Barron's Y solo alrededor del 2% de todos los coches vendidos en 2020 fueron completamente eléctricos. Además, General Motors fabricó 1,3 millones de automóviles para EEUU durante la primera mitad del año y solo 20.300 fueron vehículos de este tipo. Es decir, solo el 1,6% de estos vehículos eran eléctricos.
Como era de esperar, General Motors ya ha anunciado una inversión de 35.000 millones de dólares para la fabricación de coches eléctricos entre el 2020 y el 2025. Según apuntan desde la empresa, los 8.000 millones de este presupuesto destinados a la fabricación de baterías permitirán fabricar 1 millón de vehículos al año.
Por otro lado, para producir estos coches serán necesarias plantas adaptadas, además de una inversión en mantenimiento. Según los datos que maneja Barron's, Ford Motor destina entre 5.000 y 7.000 millones de dólares al año para mantener y actualizar su capacidad de fabricación de 5 a 6 millones de automóviles.
Mientras que Tesla ha invertido durante los últimos años alrededor de 5.000 millones de dólares para aumentar su capacidad productiva hasta los 1,5 millones de coches. Es decir, tendrá que invertir cerca de 22.000 millones más para poder alcanzar la capacidad a la que pretende llegar Biden.
Instalación de puntos de carga
De las 150.000 estaciones de servicio para automóviles eléctricos que hay a lo largo del territorio estadounidense, solo unos pocos miles de estaciones son de carga rápida. Los usuarios no pueden cargar siempre el coche en casa, ni tampoco pueden esperar horas en una estación de servicio normal, por lo que será necesaria la instalación de miles de puntos de carga rápida.
Los puntos de carga más rápidos cuestan alrededor de 100.000 dólares cada uno, según Arcady Sosinov, director ejecutivo de FreeWire, compañía dedicada a la construcción de estas instalaciones. Además, este precio no incluye la instalación, por lo que para llegar a 50.000 estaciones de carga rápida, por ejemplo, serían necesarios alrededor de 10.000 millones de dólares.
Deteniéndose en este punto, EEUU necesitaría invertir cerca de 100.000 millones de dólares para alcanzar la capacidad productiva que pretende Biden.
Industria minera del litio
Tal y como se ha explicado antes, el país norteamericano tendrá que disminuir su dependencia del litio extranjero. No obstante, hablando en cifras globales, en 2020, el mundo extrajo cerca de 400.000 toneladas de litio, suficiente para fabricar de 2 a 3 millones de vehículos eléctricos al año.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que solo un tercio de la extracción mundial se destina a la alimentación de automóviles, ya que el resto se dirige a fábricas de móviles. Es decir, que el planeta entero deberá aumentar su producción de litio en 5 millones de toneladas al año, lo que supone un aumento de 13 veces la producción actual.
Esto supone que compañías como Albemarle aumenten su facturación. Esta corporación gasta alrededor de 900 millones de dólares al año en mantener y expandir sus operaciones, y tiene una participación de aproximadamente el 20% del mercado mundial.
En 2030, todo esto representará la fabricación de 40 mil millones de celdas de batería de litio anuales para EEUU, y cerca de 225 mil millones para el mundo entero.