Llorente y Cuenca ha puesto este jueves un primer pie sobre el parqué de la bolsa española y lo ha hecho con una revalorización del 49,09% en su primer cruce, aunque la subida se ha moderado al cierre hasta el 32,06%. La consultora de comunicación partía de un precio de salida de 9,39 euros por acción, lo que implica una capitalización inicial de 109 millones de euros. Finalmente, LLYC ha cerrado su primera sesión como cotizada en los 12,4 euros, y un valor de mercado de 144 millones de euros.
Su cotización ha estado paralizada ante la avalancha de órdenes de compra y teniendo en cuenta "una estrecha horquilla" con la que ha salido a cotizar, afirman fuentes de BME. "Es la primera vez que sucede algo así en la historia de BME Growth", reconocen.
Hay que tener en cuenta que los socios principales de LLYC mantienen un 80% del capital con lo que el free float solo alcanza el 20%, sobre los libros, aunque la realidad es otra. Según el folleto de colocación, el 54,29% está en manos de la sociedad, José Antonio Llorente, su presidente, ostenta un 15,62%, Global Portfolio Investments tiene otro 7,48%, Alejandro Romero y Luisa García -que forman parte de la dirección- cuentan con un 7,2% de la compañía y hay una autocartera del 2,91%. Esto solo deja disponible un free float real del 12,51%.
LLYC, que será además de sus iniciales el ticker de la compañía, comienza su andadura en la bolsa española a través de BME Growth, la plataforma que agrupa a las pymes españolas y empresas en crecimiento.
La consultora, eso sí, arrancará ya en cotización continua, según ha decidido el gestor nacional, tras realizar una ampliación de capital por 10 millones de euros y con la que se cerró la entrada de 1.520 inversores, entre ellos minoritarios, pues el 50% de la operación estaba destinada a ellos frente al otro 50% dirigido a institucionales y este es uno de los criterios que prima BME para pasar una compañía a cotización continua.
La sobredemanda con la que se dio por finalizada la operación alcanzó las 5,2 veces la oferta, hasta más de 50 millones de euros, principalmente, de clientes institucionales.
La consultora anunció al mercado a través de su folleto de salida a bolsa unos objetivos muy concisos para este ejercicio. Aspira a lograr un ebitda de 12 millones de euros a cierre de diciembre, lo que implicaría, y así lo confirmó recientemente en una entrevista con elEconomista, un beneficio neto de unos 6 millones de euros. LLYC cuenta con una trayectoria de 25 años a sus espaldas, desde su creación en 1996. El objetivo a cinco años es ampliar su internacionalización, principalmente en EEUU y México y que España y Portugal reduzcan su peso en el negocio del 45% actual hasta llegar a representar un tercio, junto a América Latina y Norteamérica.
En lo que respecta a la política de dividendos, LLYC aspira a mantener su trayectoria, con la distribución de entre el 25% y el 30% de su beneficio neto entre los accionistas. De ser así, y considerando un beneficio neto de unos 6 millones de euros, implicaría una rentabilidad con cargo a los resultados de 2021 de entre el 5% y el 6%.