La petrolera española, en el marco de su nueva estrategia de transición para la financiación, emitirá dos bonos ligados a la sostenibilidad.
La firma ha cerrado con éxito una emisión a doble tramo, según fuentes del mercado, uno de ellos con un vencimiento a 8 años y otro a 12. La primera emisión será de 650 millones de euros, con un cupón del 0,375%, mientras que la segunda es de 600 millones, a un 0,875%. El mercado ha mostrado apetito por la operación, con peticiones de más de 1.500 millones de euros en la emisión a 8 años, y de 1.250 millones en la de 12.
La firma deberá cumplir con dos objetivos para evitar que las condiciones de estos bonos cambien, algo característico de los bonos ligados a la sostenibilidad, un tipo de bono verde que vincula el pago del cupón al cumplimiento de ciertos objetivos sostenibles.
En el caso de esta emisión, la primera de un bono verde en la historia de la firma (Repsol fue una de las primeras firmas en lanzar un bono de este tipo, en 2017, pero el mercado no lo consideró verde, y no se les incluyó en la mayor parte de índices de este tipo de deuda), el cupón del tramo con vencimiento a 8 años estará condicionado a que la firma reduzca su indicador de intensidad de carbono un 12% hasta el año 2025.
En cuanto a la emisión a 12 años, sus condiciones estarán ligadas a que la firma sea capaz de reducir este mismo indicador en un 25% hasta el año 2030. El indicador de intensidad de carbono es una medida que utiliza Repsol para monitorizar el progreso que va haciendo la compañía en su camino por alcanzar las cero emisiones netas para el año 2050.
La emisión se llevará cabo el próximo 6 de julio, y supone el primer gran paso de la empresa bajo el paraguas de su nueva estrategia de transición para la financiación, con la que pretende "incorporar la estrategia de financiación en la ruta hacia la sostenibilidad", de la mano de su "compromiso de convertirse en una empresa con cero emisiones netas en 2050", según explicó la firma a mediados del mes de junio.