La petrolera ha contratado a HSBC y a Natixis como asesores para organizar una ronda de reuniones con inversores la semana que viene, entre el lunes y el miércoles, en la que presentarán su nueva estrategia de transición para la financiación.
La compañía pretende alinear su estrategia de financiación con el proyecto presentado en noviembre del año pasado, su plan estratégico 2021-2025, "Acelerando en la transición", con el que se han marcado unas líneas de actuación de transición con el objetivo de poder alcanzar el hito de cero emisiones netas en el año 2050.
La nueva estrategia que se presenta la semana que viene es el primer paso para poder emitir bonos verdes, ligados a proyectos sostenibles, y los llamados bonos de transición, títulos de deuda emitidos por empresas que están transitando hacia un modelo de sostenibilidad, pero que todavía se trata de empresas contaminantes.
Los bonos ligados a proyectos sostenibles son títulos que tienen algunas características propias, como un cupón ajustado en función del éxito de la empresa de ciertos objetivos de sostenibilidad. La diferencia con los bonos verdes, es que la financiación con los bonos ligados a proyectos sostenibles se puede utilizar para todo tipo de proyectos corporativos.
La iniciativa de Repsol es un paso más en el mercado que confirma la importancia que tiene la sostenbilidad, ya no sólo de cara al impacto social, medioambiental y de gobernanza de una compañía, si no en el coste de financiación que tiene la empresa.
"Con este nuevo marco, Repsol incorpora la estrategia de la financiación en su ruta hacia la sostenibilidad, y da un paso adelante en su compromiso de convertirse en una empresa de cero emisiones netas para el año 2050", ha destacado la empresa en un comunicado.