
La Reserva Federal ha devuelto a los mercados los días de pandemia. Su perfil más duro para ir avanzando en la normalización de la política monetaria ha propiciado que las acciones tecnológicas vuelvan a brillar, los bancos vuelvan a vibrar (momentáneamente) y las materias primas se den un respiro. El dólar también ha recuperado vigor, como cuando el mundo se paralizaba por culpa del coronavirus.
Las acciones tecnológicas, campeonas indiscutibles del año pasado, han vuelto a brillar, al menos por un par de días. Las acciones value que se están beneficiando de la perspectiva de una apertura sin complicaciones de las economías están quedando eclipsadas.
Por momentos se está imponiendo el viejo orden mundial del coronavirus en el mercado. Las materias primas caen con fuerza, incluido el oro. El oro sube hoy casi un 1%, cerca de 1.800 dólares la onza, pero en la semana se deja un 4,7%, en su peor período en quince meses. La postura de la Fed ha provocado un buen estirón del dólar y una liquidación en las materias primas esta semana.
El perfil duro de la Fed ha hundido al euro un 1,7% en la semana, el mayor descenso semanal en ocho meses. La Fed adelantó el pasado miércoles, sus perspectivas de tipos de interés, elevó las previsiones del PIB y de inflación e inició las conversaciones para reducir sus compras de bonos. El tono más agresivo ha alejado a la moneda europea de los 1,22 dólares, en los que estaba cotizando la pasada semana.
El efecto de la Fed está teniendo un comportamiento parecido al influjo que ejercía la pandemia en el mercado el año pasado. Las compañías tecnológicas fueron las grandes beneficiadas de una economía a medio gas, con la gente saliendo poco de casa. El sector ayer vivió su mejor día en este mes con subidas cercanas al 1%. Los inversores volvieron apostar por las acciones de crecimiento el índice de crecimiento Russell 2000 superó al indicador value con el mejor registro en tres meses.
"Algunos interpretan que va a haber una disminución de las perspectivas de crecimiento", apunta Adam Phillips, director de EP Wealth Advisors . "Y cuando las perspectivas de crecimiento se debilitan, los inversores vuelven a las acciones orientadas al crecimiento". El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se hundió dos puntos básicos hasta el 1,48%, mientras los intereses del bund alemán superan el -0,2%, en otro síntoma claro de que las acciones de crecimiento pueden recoger este nuevo giro del mercado.
"Después del primer trimestre y en las primeras semanas del segundo trimestre, se vio realmente un giro en los activos a costa de las acciones de crecimiento, como las tecnológicas", explica Art Hogan, estratega jefe de National Securities. "Esa rotación parece haberse revertido nuevamente".
El jueves, una cesta de valores beneficiados por la reapertura económica seleccionados por Goldman Sachs cayó más del 3%, su peor día desde mediados de mayo. Los bancos también terminaron cayendo, pese a que en un principio la expectativas de tipos les favoreció, sobre todo en Europa. Para Dennis DeBusschere, jefe de estrategia de Evercore, tiene sentido si se tienenen cuenta que el último dato semanal de empleo no fue bueno. En caso de frenazo en el crecimiento, las acciones tecnológicas volverán a funcionar bien.
Dado el enfoque del presidente de la Fed, Jerome Powell, en el mercado laboral, los errores en los datos tendrán un impacto en las expectativas de inflación. Pero, "lo interno es la cuestión, que volverá a que los mercados laborales estén tan calientes como espera Powell", dijo DeBusschere. "Si eso sucede y tenemos un alza dentro de dos años, la curva de rendimiento se empina y los cíclicos funcionan bien. Si no, el crecimiento va bien.
Por su parte, Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, manifiesta que los precios de la renta variable aguantarán bien y siguen siendo populares entre los inversores mientras la Fed avanza hacia la reducción de su programa de compra de bonos y la subida de tipos.
"Las expectativas de inflación y de tipos del mercado ya se han ajustado al alza, los mercados subieron durante el repunte de los rendimientos de los bonos en el primer trimestre y el "taper tantrum" de 2013 enmascaró el mejor año de la década para la renta variable", concreta.
Para Laidler, las perspectivas de un mayor crecimiento de los beneficios y un aumento de los rendimientos de los bonos probablemente harán que los llamados valores cíclicos, como los financieros, las materias primas y las pequeñas capitalizaciones, así como los mercados internacionales más baratos y cíclicos, como el Reino Unido y Europa, se vuelvan populares entre los inversores.