
La crisis del Covid-19 ha golpeado con especial fuerza a los países más dependientes del sector servicios y, en concreto, aquellos que tienen un peso especialmente significativo del turismo en la composición de su PIB. Italia y España, dentro de la zona euro, son los dos mejores ejemplos, con un 13% del PIB de 2019 en el caso del país transalpino, y un 14,3% en el español.
Los gobiernos han tenido luz verde por parte de Bruselas para poder aumentar su endeudamiento de cara a tomar medidas urgentes contra la crisis del Covid y, una vez ha pasado lo peor de la pandemia en cuanto a contagios y medidas de confinamiento, ha llegado la hora de presentar sus planes para los fondos de recuperación que se aprobaron en 2020.
Draghi ya tiene el visto bueno de Bruselas, que consiguió pocos días después de presentar el plan oficialmente, a finales del mes de abril (el presidente italiano se comprometió con Europa a "garantizar personalmente" la seriedad de los compromisos de Italia), mientras que España todavía aguarda luz verde, con Pedro Sánchez esperando tener la aprobación a principios de julio.
El mercado mira a Italia
Al margen de tener la aprobación de Europa, los inversores parecen estar más interesados en Italia que en España durante los últimos meses. El presidente de una de las entidades más grandes de España en operaciones corporativas hace hincapié en el diferencial de inversión que se está produciendo entre los dos países, con Italia sacando ventaja a España en este tipo de operaciones durante los últimos meses.
"En operaciones corporativas, desde la llegada de Draghi se está viendo un atractivo enorme en Italia", explica el ejecutivo, destacando cómo antes era España la que se imponía en este frente. La llegada de Draghi parece haber sido un soplo de aire fresco para el mercado italiano, confirmando el apoyo que recibió el romano por parte de muchos analistas por sus cualidades para liderar Italia como tecnócrata que conoce al dedillo la economía y los mercados.
Más estímulos que nadie
Las expectativas sobre el crecimiento del PIB de Italia en 2021 y 2022 se encuentran entre las que más se han incrementado en las últimas semanas dentro de la eurozona. La principal razón, junto al avance de la vacunación que apunta a la inmunidad de rebaño este mismo verano y la reactivación casi total que supone para todo el Viejo Continente, es el estímulo fiscal aprobado en mayo.
El "ambicioso plan de recuperación y resiliencia nacional", como lo describe el equipo de analistas de BofA Global Research, sitúa al país como el que más ha estimulado la reconstrucción económica tras la pandemia del coronavirus, a nivel mundial, sumando esfuerzos fiscales y monetarios (patrocinados ambos por la Comisión y el Banco Central Europeo, por supuesto).
"Las malas noticias de los planes de recuperación son que los subsidios están siendo más utilizados que los préstamos, y esto hace que, en lugar de los 750.000 millones que se acordaron en teoría, el paquete termine quedándose en los 550.000 millones", explica el banco. Las buenas noticias, sin embargo, llegan desde Italia en opinión de la entidad: "Es la excepción a lo anterior, al haber solicitado el máximo en subsidios y en préstamos, añadiendo también estímulos fiscales por su cuenta", destacan.
"Italia es la excepción a Europa, donde se están dando más subsidios que préstamos"
El estímulo total en porcentaje sobre el PIB alcanza el 77,5%, por delante de Alemania (73,6%) y Japón (66%), y 15 puntos por encima de España, según la misma firma de inversión, tomando como referencia el apoyo europeo y a nivel nacional, en los años 2020 y 2021. "Ahora esperamos un crecimiento del PIB de 2021 del 4,2% interanual, un punto porcentual más que antes. El principal factor que impulsó la revisión es una respuesta fiscal más sólida. Nuestras nuevas proyecciones tienen en cuenta el último paquete de emergencia fiscal por valor del 2,3% del PIB, que estimamos podría sumar 50 puntos básicos de crecimiento adicional para el año", explican en BofA.
El paquete de mayo aumenta el apoyo fiscal para el año a aproximadamente el 4% del PIB, con un estímulo total para 2021 igual que en 2020. "En consecuencia, ahora esperamos un mayor déficit fiscal para 2021, del 11,3% del PIB, en comparación con el 9,5% en 2020", añaden desde la firma de inversión.
En general, el plan de Draghi parece estar gustando más que el de Sánchez. Deutsche Bank reconoce que "el impulso al crecimiento en Italia y España en los próximos años a partir del programa de inversión pública de la UE será significativo", pero advierte de que "el plan de Draghi aumenta las posibilidades de obtener beneficios más persistentes".
"El plan de Draghi aumenta las posibilidades de obtener beneficios más persistentes"
También, en el corto plazo, un informe de Credit Suisse sobre la recuperación destaca que en Reino Unido y en Italia distintos indicadores apuntan al mayor aumento de la movilidad en el último mes, mientras que en el resto del Viejo Continente permanece estancada.
Estabilidad política
En el plano político, el panorama también está siendo más favorable para Italia que para España, una situación que contrasta con la que percibían los mercados hace no tanto, antes de la llegada de Draghi al Ejecutivo italiano. "En el momento en el que se ha taponado la crisis política, se ha dado un horizonte de estabilidad y se está viendo que las dotes de Draghi son bastante ilustrativas para conseguir consensos con fuerzas políticas muy contrapuestas se ha producido un diferencial muy positivo para Italia", explica Javier Santacruz, profesor de Economía.
"Las dotes de Draghi son bastante ilustrativas para conseguir consenso de fuerzas políticas muy contrapuestas"
"España va hacia lo contrario: la crisis política. Lo que parecía que antes era una habilidad de Sánchez para lidiar con sus socios, todo eso se ha desvanecido. Si España entra en un periodo de crisis política e Italia está saliendo, es un beneficio claro para este último", señala, y recalca la importancia de la figura política: "El presidente es un símbolo de la política económica que puede llevar a cabo un país", destaca Santacruz.
España crecerá más rápido
Aunque en operaciones corporativas se percibe una clara ventaja de inversión en Italia frente a España, en el plano macroeconómico nuestro país recuperará más rápido, al haber sufrido más el impacto de la crisis del Covid-19.
La actividad económica de Italia se hundió en 2020 un 8,9%, y la Comisión Europea también coincide en que en 2021 rebote un 4,2%, y en 2022 otro 4,4%. El PIB de España resurgirá desde más hondo: cayó un 10,8% el año pasado, y el principal órgano ejecutivo comunitario prevé un repunte del 5,9% este ejercicio y un 6,8% el próximo.
Oxford Economics, una firma relevante por la trayectoria de sus estimaciones dentro del consenso de casas de análisis que reúne Bloomberg, deja el crecimiento de España en el 6% y el 6,5%, respectivamente, mientras que para Italia pronostica un 4,6% y el 5%.
Sin embargo, con estos números y tendencias, una de las principales referencias que se puede extraer del mercado para comparar a las economías, el diferencial entre los bonos con vencimiento a 10 años de cada país, favorece a España, a la que se le exige un interés de cerca de un 0,47% en ese plazo en el mercado secundario, mientras que en Italia asciende a un 0,91%.
Esta prima apenas ha variado en los últimos meses, incluso se ha mantenido estable con el repunte generalizado de los rendimientos de los bonos ante la expectativa de mayor inflación y los primeros rumores de retirada de estímulos por parte del BCE.
El diferencial llegó a alcanzar los 130 puntos básicos en marzo de 2020, el pico de tensión de la pandemia en el mercado de deuda soberana de la eurozona, y será clave en el futuro para la confianza de los inversores en las dos grandes economías más sobreendeudadas de la eurozona, con Italia en el 155% del PIB y España en el 120%.