
Aunque estratégicamente siguen prefiriendo Estados Unidos y Europa en renta variable, de forma táctica Latinoamérica se ha configurado como una de las apuestas de BBVA para los próximos meses frente a Asia, en un entorno en el que los inversores que quieran ganar rentabilidad deberán mantener la exposición a bolsa y sin perder de vista los mensajes que puede ir mandando la Reserva Federal norteamericana desde finales de agosto sobre una posible retirada de estímulos.
¿Piensan que, pese a todo el recorrido de la bolsa, el inversor de perfil agresivo debe tener una exposición fuerte en renta variable?
Sí, por el matiz de perfil agresivo. No hablamos solo de la bolsa, sino de exposición a crédito con baja calificación y otros activos que tienen una correlación positiva con la bolsa. Para un europeo sigue siendo más atractiva la bolsa que la renta fija en general, porque su alternativa en los mercados financieros es muy poca atractiva: con los tipos en -0,5% y con la inflación acercándose al 2%, un inversor en el activo más conservador tiene una rentabilidad real negativa, garantizada, sabe que pierde dinero si se ajusta por la inflación, en términos reales. Con la bolsa es de las pocas cosas con que puedes evitarlo.
Pero entrar en bolsa americana o europea en estos niveles, cuando ya han cerrado los huecos del Covid, ¿cómo le indicamos que no hay ninguna exuberancia?
Algo de exuberancia hay, pero no lo llamaría burbuja. Tácticamente, nosotros mantenemos las carteras posicionadas largas de bolsa a día de hoy. Es verdad que hemos reducido la exposición, sobre todo por el lado de mercados emergentes, especialmente China. Pero hay muchos argumentos para seguir largo en bolsa: no ir en contra de los bancos centrales, porque siguen con una visión extremadamente laxa sobre la política monetaria; segundo, tenemos el estímulo fiscal como gran viento de cola; y tercero, el propio flujo de inversores, que retroalimenta la evolución de los mercados. ¿Cuándo puede cambiar? En cualquier momento. Lo que hacemos para vigilarlo son dos cosas. Una, que los tipos reales empiecen a subir, que los mercados descuenten que los tipos reales van a subir, porque el bono americano está en el 1,70% y cuanto más rápido suba, más peligroso. Y segunda, el momento en que la Fed deje los estímulos monetarios.
Muchos analistas piensan que habrá 'tapering' a final de año. ¿Cuál es su escenario?
A día de hoy el consenso de mercado dice que la Fed empezará a decirlo en Jackson Hole y comenzará a hacerlo a final de año. Cualquier cosa que se adelante a eso es peligrosa. Si con los datos que hemos tenido de PMI industriales y de inflación, cualquier miembro de la Fed dice que la inflación empieza a preocupar, eso es malo, porque los inversores asumirán que van a hacer el tapering antes y que los estímulos empiezan a quitarse. Y es la tasa de cambio lo que importa, no el nivel. Hay que vigilar si alguno de los vientos de cola se debilita, que en algún momento ocurrirá. La cuestión es saber cuándo. Para nosotros, quedan meses todavía.
¿Qué nivel del bono considera que sería atractivo para el inversor conservador y no compensaría asumir riesgo en renta variable?
El bono americano no lo vemos más alto del 2% porque estimamos que la inflación estará por el 3%. Con eso en mente, no nos sale que el bono americano suba más del 2%. Para un inversor europeo, tiene más recorrido porque depende de la divisa y, si la cubres, le queda mucho.
¿Cómo tienen posicionadas las carteras en renta variable?
Estratégicamente, Europa y EEUU son las dos áreas que más nos interesan. Por valoración nos salen peor Japón y los mercados emergentes, sobre todo por China. Nos salen mejor Latinoamérica y Europa del Este. Tácticamente, estamos largos de todo menos de emergentes, incluyendo China. La rotación hacia sectores más value va a continuar, en contra de la tecnología, y eso favorece más a Europa que a EEUU por los pesos relativos. Y España, en ese escenario, está un poco mejor.
¿Ven mejor expectativa en Latinoamérica que en Asia entonces?
Asia está más cara, simplificando. Hay una oportunidad de que Latinoamérica lo haga mejor en los próximos doce meses que Asia, y eso tiene una segunda lectura para el mercado español. Este año la bolsa española no nos parecía una mala opción, precisamente por la parte de Latinoamérica y la rotación hacia sectores que en el Ibex están más representados que en otros índices, algo que le ha perjudicado durante los últimos años, pero que ahora se va a revertir un poco.
¿Es el Ibex el 'patito feo' que se puede convertir en el cisne'?
No quiero decir que seamos super favorables a entidades financieras, pero tiene sentido que recuperen terreno, porque les viene bien el escenario de reflación. En la medida que los tipos vayan subiendo poco a poco, que haya pendiente en la curva... ayuda mucho al sector financiero y a los value.
¿Cómo tienen posicionada la parte de renta fija en esta etapa de reconstrucción?
El mundo de la renta fija es un reto severo. Para un inversor en euros, la recomendación número uno es invertir en un fondo flexible, que tenga capacidad de invertir en cualquier activo de deuda. Nosotros tenemos la duración más baja en las carteras que hemos tenido en muchísimo tiempo, porque pensamos que va a haber ese movimiento de tipos. En bonos de gobierno, el único atractivo es el de emergentes. Ahí el spread compensa el riesgo. En el mundo del crédito hemos reducido la exposición a high yield, porque ya no tiene sentido. Por el lado de investment grade no vemos mucho atractivo, hemos pasado de largos a neutrales. Así que nos quedan bonos emergentes en dólares, tanto de gobierno como corporativos y, como novedad este año, hemos empezado a invertir en bonos chinos en moneda local. Para nosotros tiene sentido porque abre otra curva de tipos, con poca volatilidad.
Con ese cóctel, ¿se pueden evitar las pérdidas en renta fija?
Ese cóctel no es para un inversor moderado. No vale para alguien que no quiera asumir pérdidas.
¿Pero con esta mezcla se puede preservar el dinero si suben los tipos?
Obviamente si lo tipos suben muchísimo te va a hacer daño, pero tienes un colchón más amplio que si inviertes en bonos de gobierno europeos o americanos o en crédito a muy corto plazo.
Respecto a las materias primas, ¿son subidas puntuales o podemos estar ante un nuevo superciclo?
Tengo cierta esperanza de lo segundo, pero es demasiado aventurado decirlo. Nuestro escenario central no es que haya un boom, pero el principal riesgo que vemos es una reflación, un exceso de calentamiento de la economía. Y con ese escenario de riesgo, la inflación se va a desbocar un poco más y la manera de protegernos de esas subidas inflacionistas es con sectores de bolsa que van bien con la inflación como las petroleras, las financieras, las comodities y algunas divisas como el dólar australiano, el dólar neozelandés o el rublo.