
El interés que se exige a la deuda de referencia de Reino Unido (con vencimiento a 10 años) había escalado en las últimas semanas hasta superar el 0,8%, en zona de máximos del pico de tensión de la pandemia de coronavirus, como adelanto del primer paso en la retirada de estímulos del Banco de Inglaterra (BoE).
Este jueves la institución hizo ese movimiento, aunque muy matizado: una rebaja en el objetivo semanal de compras de bonos, de 4.400 millones de libras a 3.400 millones, y el rendimiento de la deuda a 10 años se relajó por debajo del 0,8%.
El mercado valoró que el paquete total de compras anuales no cambia -el programa es en total de 895.000 millones de libras-, aunque baje el ritmo semanal. Además, el comité de política monetaria del banco decidió por unanimidad mantener sin variaciones los tipos de interés de referencia en el mínimo histórico del 0,1%.
"El punto de finalización previsto del programa de compras se mantiene sin cambios. Esta decisión operativa no debe interpretarse como un cambio en la orientación de la política monetaria", explicó el BoE.
También es ciero que en el informe especial sobre la inflación, el banco central elevó su previsión de crecimiento de la economía británica en 2021 al 7,25%, frente a la previsión anterior del 5,0% realizada en febrero, pero rebajó su proyección de crecimiento para 2022 al 5,75%, frente a su estimación anterior del 7,25%. Y hay más, las consecuencias políticas del Brexit podrían a empezar a estallar en Escocia.
En máximos de la pandemia
Por otra parte, el interés de la deuda británcia de referencia es el único de los principales emisores europeos que se encuentra en niveles de de los máximos que se alcanzaron a mediados de marzo, cuando el mercado sufrió la mayor tensión por el impacto del Covid.
El rendimiento del bono de España se encuentra en un 0,45%, lejos del 1,22% del 18 de marzo, mientras que la deuda de Francia a 10 años ofrece una rentabilidad del 0,14%, tambián por debajo del techo de la pandemia, el 0,35%.