
Después de que el Eurostoxx 50 fuera capaz hace dos semanas de borrar el Covidcrash, tras alcanzar los niveles más altos que tocó en 2020 y que también frenaron las subidas el año 2015, a nadie le puede sorprender que durante las últimas jornadas se haya asistido a una consolidación que hasta el momento ha sido muy tranquila.
Precisamente esta tranquilidad y el hecho de que el Eurostoxx 50 apenas haya retrocedido un 2,40% desde el máximo que marcó en los 3.875 puntos, tras tocar la semana pasada los 3.784 puntos, son signos de evidente fortaleza que invitan a no descartar la posibilidad de ver mayores subidas en próximas fechas.
Un contexto de mayores subidas a corto plazo debe ser disfrutado, pero tampoco deben emocionarse en demasía y lo óptimo es que sea aprovechado para seguir recogiendo beneficios parciales de las estrategias de compra que hayan abierto durante los últimos meses o para financiar los stop de operativas más recientes.
No olviden que en cualquier momento, cuando menos lo esperen y el optimismo sea todavía mayor, se asistirá a una corrección de parte del movimiento alcista que nació en los mínimos de octubre, que es el segundo impulso dentro del proceso de reconstrucción alcista que se inició en los mínimos de marzo de 2020.
Desde Ecotrader consideramos que no habrá pistas que apunten hacia el comienzo de un contexto correctivo, que podría ser similar al que desarrolló el EuroStoxx 50 entre julio y octubre del año pasado, que lo llevó a retroceder un 15% tras caer de los 3.450 a los 2.920 puntos, mientras la principal referencia europea no pierda los mínimos marcados la semana pasada en los 3.784 puntos.
Si eso sucede todo apuntaría a que los máximos que hubieran marcado las bolsas europeas en la actual subida serían un nuevo techo temporal dentro del proceso de reconstrucción alcista que nació en marzo del año pasado y el punto de origen de una corrección, que es la que sugerimos esperar con toda la paciencia del mundo antes de acometer nuevas compras orientadas a medio / largo plazo en busca de lo que sería un tercer impulso o movimiento alcista hacia el siguiente objetivo que manejamos en los altos que marcó el EuroStoxx 50 el año 2017 en los 4.575 puntos, que es donde cotizaba antes de la crisis de las hipotecas subprime.

