
Bank of America ha pronosticado un menor rendimiento anual para el S&P 500 durante los siguientes diez años respecto al crecimiento que ha experimentado durante sus últimos ejercicios. El banco estima que el índice experimentará un incremento del 2% anual durante la siguiente década, teniendo en cuenta el contexto actual en el cual los rendimientos de la renta fija comienzan a ser atractivos, y en especial si estos alcanzan el 2,15% de rentabilidad. Sumando una esperada rentabilidad de los dividendos del 2% las ganancias mostradas por el índice alcanzaran el 4% anual durante la siguiente década.
La entidad recalca que para batir al mercado los horizontes de tiempo son importantes y hay que mirar al largo plazo, ya que incluso durante los períodos de rendimientos más bajos de un solo dígito (1931-41, 64-74, 98-08) los riesgos de pérdidas se cuadruplicaron al pasar de un horizonte temporal de un año a 10 años durante estos períodos.
"Para las acciones estadounidenses en particular, alargar el horizonte temporal es una receta para evitar pérdidas: los rendimientos del S&P 500 a 10 años han sido negativos solo el 6% del tiempo desde 1929 (únicamente en la década del 1930 y del 2000). Sin embargo, otras clases de activos no tienen las mismas características: la tasa de pérdida equivalente para el crudo WTI es del 30%" asegura BofA.
La casa de inversión reconoce que "el momento del mercado es difícil" y advierte que los mejores días del S&P 500 generalmente siguen sus peores días. En la década del 2010 el rendimiento del índice fue del 190%, si se excluyen los 10 mejores días del índice en la década el rendimiento baja al 95% y si se excluyen los 10 peores este rendimiento aumenta hasta el 351%. En lo que va de década de 2020 el rendimiento del índice acumula un 18% de rentabilidad, si se excluyen los 10 mejores días esta cifra se queda en negativo, -33% y si se excluyen los 10 peores avanza hasta el 125%.
La entidad recalca que mantener la inversión durante tiempos turbulentos puede ayudar a recuperar las pérdidas después de los mercados bajistas, ya que se necesitan alrededor de 1.100 días hábiles (más de cuatro años) en promedio para recuperar las pérdidas después de un mercado bajista. Sin embargo, señala que no siempre ha sido así y que algunas recuperaciones, como el año pasado, son mucho más rápidas.
Para batir al mercado BofA señala que los fundamentos funcionan mejor que el análisis técnico a largo plazo (tres meses vs tres años). Teoría que se está cumpliendo en esta década. Según la entidad, el impulso y el posicionamiento funcionaron mejor mensualmente, pero una estrategia de compra y retención desde 2010 hizo que los ratios comprendidos dentro del análisis fundamental como GARP (patrón seguido para invertir en empresas cuyas ventas y beneficios están subiendo pero que cotizan a niveles atractivos) y flujo de caja registraran los rendimientos más sólidos. Además, el banco señala que estos factores son los mejores a seguir en un contexto de mitad de ciclo como el actual.
Otro de los factores que recalca la entidad para ganar en el contexto actual son acciones de calidad tanto en el corto como en el largo plazo. Según la entidad, la "basura" se ha recuperado oficialmente, acciones de baja calidad (B o peor) han superado a las acciones de alta calidad (B + o mejor) en 48 puntos porcentuales desde marzo del 2020 y ahora cotizan con un descuento del 20% frente a las de alta calidad.
"La teoría financiera nos dice que la calidad debería cotizar con una prima, pero las acciones de alta calidad actualmente cotizan con el mayor descuento frente a la baja calidad en cuanto al PER (número de veces que el beneficio previsto está recogido en el precio de la acción) desde el final de la crisis financiera global, lo que hace que el punto de entrada de hoy sea particularmente atractivo", aseguran los expertos.
El banco señala que el posicionamiento en acciones de baja calidad por parte de fondos sigue siendo elevado en comparación con los niveles anteriores al coronavirus y que las acciones de alta calidad permanecen descuidadas. "Las lecciones de valoración, posicionamiento e historia sugieren que la calidad puede ser una de las mejores estrategias de inversión para el próximo mes, año y década", concluye BofA.