
Lo ocurrido en el Canal de Suez esta semana parece sacado de una superproducción de Hollywood. Ever Given, un barco de transporte de mercancías, ha encallado esta semana en medio de la infraestructura, debido a una tormenta de arena y de fuerte viento, bloqueando de lado a lado el paso de cualquier otra embarcación, y creando una cola de kilómetros, con cientos de barcos esperando para poder atravesar el Canal, por donde pasa el 12% de todo el comercio mundial.
Las tareas para reflotar el barco y poder desenredar este nudo marinero que se ha enmarañado en Egipto van a requerir días, o incluso semanas. Las dimensiones que tiene el buque, construido en Japón hace tres años, son suficientes para hacerse una idea de la dificultad que entraña esta tarea: Ever Given tiene 400 metros de eslora, dos veces el largo del edificio del Santiago Bernabéu (cerca de cuatro veces el tamaño del terreno de juego del estadio madrileño), y pesa 200.000 toneladas sin carga, con capacidad de transportar 20.000 contenedores de seis metros de largo cada uno.
Ahora, el buque está encallado cinco metros contra la pared del canal, y las tareas para recolocarlo pueden llevar más tiempo de lo que inicialmente estaba previsto. Tanto es así, que hay cargueros que están planteándose evitar el atajo que supone el Canal de Suez y dar un rodeo por todo el continente africano.
Un atasco milmillonario
Moller-Maersk, una de las compañías del sector de transporte marítimo más importantes, reconoció este jueves que está valorando esta posibilidad, con siete grandes buques de la empresa viéndose afectados por el bloqueo en Suez. La alemana Hapag-Lloyd también estaría valorando tomar esta medida, si las tareas para solucionar el problema se prolongan mucho más.
El embotellamiento en la zona del Canal sigue creciendo: el miércoles había una cola de 185 barcos esperando para poder transitar, y el jueves esta creció hasta los 237 barcos. Cada día que el Canal permanece bloqueado, cerca de 10.000 millones de dólares en comercio se mantienen paralizados en la zona, según los cálculos de Lloyds, que apunta a que el tráfico diario hacia el oeste supone 5.100 millones de dólares cada día, y otros 4.500 millones de euros en mercancías que viajan hacia el este.
En este momento, en torno a 13 millones de barriles de petróleo estarían esperando para poder cruzar el Canal, según fuentes de Bloomberg, además de otros buques que transportan derivados del petróleo, como biodiésel. Otro de los mercados de materias primas que parece se verá afectado por el problema es el del cobre. En China ya hay una situación de déficit de oferta, que podría empeorar en próximos días por esta situación.