
El cobre ha superado este martes los 9.000 dólares por tonelada métrica, en lo que supone batir no solo una barrera psicológica sino anotarse máximos de nueve años. Además, se aproxima a los máximos históricos marcados en febrero de 2011 en los 10.190 dólares.
Los inversores parecen cotizar una paulatina recuperación de la economía mundial, lo que podría hacer resurgir la demanda de esta materia prima principalmente por la apuesta de los gobiernos por las energías renovables. De hecho, parte de los fondos de recuperación de la Unión Europea están ligados al avance tecnológico y medioambiental.
Además, en cuanto a la producción, las condiciones de suministro se están viendo muy ajustadas, con las fundiciones de China reduciendo sus márgenes de beneficio. Esto puede invitar a un recorte de la producción que haga subir aún más el precio del metal, y a su vez la cotización del mineral.
El incremento de la cotización del cobre viene de la mano de una subida generalizada de las materias primas en las últimas semanas, tanto en metales como en el petróleo.
Por otra parte, la expectativa de una inflación creciente en los próximos meses y el debilitamiento de los rendimientos reales en el mercado de bonos podría acercar aún más a los inversores a esta materia prima.