
Vidrala es una de esas historias que se quedan en los anexos de los libros y que parece que nunca llegan a merecer ser parte de la trama principal. Sin embargo, si protagonizase un spin off de la película de la bolsa española, se vería que sería un actor más que interesante para el público. La compañía vasca es una de las líderes mundiales en fabricación de envases de vidrio (botellas de aceite, cerveza, tarros, agua, leche, vino, etc.) y una de las más alcistas de los últimos años.
Vidrala tiene un valor en bolsa de más de 2.740 millones de euros, más que siete de las integrantes actuales del Ibex 35 (Solaria, Acerinox, Sabadell, Pharma Mar, Almirall, Meliá e Indra). Sin embargo, se mantiene fuera del selectivo a causa de su baja liquidez, ya que solo tiene un 59% de free-float, por lo que tampoco se le contabiliza toda la capitalización anteriormente mencionada. En concreto, según los datos de Bloomberg, se encuentra en el puesto 65 de la bolsa española por volumen negociado en los últimos seis meses, 1,04 millones de euros de media diaria, motivo por el cual se queda fuera de las quinielas.
En bolsa, es una historia como pocas de creación de valor para el accionista. Pero no es una historia nueva ni reciente, ya que cotiza en el mercado desde 1985, 20 años después de su fundación. Sus títulos no han dejado de revalorizarse, especialmente en los últimos cinco años, en los cuales han acumulado una rentabilidad de más del 160%.
Actualmente, están cotizando en zona de máximos históricos, tras superar el último alto de 2020 y ya han recuperado toda la caída provocada por el Covid. "El mercado ha segregado claramente entre compañías, situando a Vidrala como una de las ganadoras gracias a que ha sido capaz de dar visibilidad tanto en ventas como en beneficios en un momento difícil", explica Manuel Lorente, analista de Mirabaud.
"El coronavirus ha provocado el cierre de la hostelería [un 25% de sus ventas], que es más dada al consumo de cerveza en barril, mientras que en los hogares esta bebida se consume más en latas o en vidrio", añade el experto. De hecho, según el consenso de analistas que recoge FactSet, acabará el año 2020 con un ebitda de 266 millones de euros, un 3% más que en 2019.
"Vidrala ha mostrado, como en crisis anteriores, una elevada resiliencia, quedando su contracción en un aplanamiento momentáneo del crecimiento", apuntan desde Renta 4. "El hecho de que sirva a sectores defensivos y su alto nivel de eficiencia operativa con márgenes líderes han sido claves", añaden.
El sector tiene un vector defensivo y uno cíclico. Las botellas y recipientes alimentarios están muy ligados al consumo básico, pero principalmente trabajan las botellas de cerveza y vino, "que aunque no son un bien de primera necesidad, se le parece", matiza Lorente. Además, la cada vez mayor voluntad de la sociedad por consumir productos con envasados reciclables ha servido de acicate para esta industria, que cada vez gana una mayor cuota frente a otros envasados como el plástico o el cartón.
"Los múltiplos a los que cotiza ahora no le dejan demasiado espacio para seguir subiendo en bolsa y por eso nos mantenemos cautos con el valor", explican desde Renta 4. El consenso de analistas que recoge Bloomberg le concede un potencial de apenas un 3% hasta los 99,5 euros. El 38,5% de ellos recomienda comprar sus acciones y solo el 7,7% aconseja venderlas.
"Más allá de los números que publiquen para 2020, creemos que la compañía podrá recuperar crecimientos orgánicos modestos, lo que unido a un uso casi óptimo de la capacidad y a la mejora de costes, deberían llevar a sus márgenes a cotas del 28%, provocando una expansión del beneficio de un dígito medio/alto", arguyen desde Intermoney Valores. En este sentido, el consenso de analistas que recoge FactSet estima un incremento de su ebitda cercano al 14% entre 2019 y 2023, hasta situarse en los 294 millones.