
Si es cierto, como creen muchos expertos, que la crisis del Covid-19 ha puesto punto y final al ciclo de crecimiento que empezó tras la crisis financiera, y que dará paso al arranque de un nuevo periodo de expansión económica, las materias primas son uno de los activos que hay que tener en cartera.
Desde hace meses son muchos los analistas que avisan de la continuidad en la recuperación de las cotizaciones de las materias primas. El famoso Reloj de la Inversión de Trevor Greetham, uno de los expertos que tuvo éxito al pronosticar la crisis financiera de 2008, lleva varios meses marcando la hora de las materias primas, y hay firmas como Goldman Sachs pronosticando, el pasado mes de diciembre, que podíamos estar ante el arranque de un nuevo superciclo alcista para estos activos.
De cumplirse, hablamos de un periodo de décadas en las que la tendencia de los precios de estos activos va en una dirección: al alza. Por lo pronto, las materias ya se han recuperado de la caída que empezó con la crisis del Covid-19, y el índice Bloomberg Commodity Index recupera un 35,3% desde los mínimos que tocó en marzo de 2020.
Este año las subidas no han parado, con el maíz liderando los avances entre las materias primas más importantes que recoge Bloomberg, con subidas de más del 9%; la colza le sigue de cerca, con un 8,8% y en tercer lugar aparece un metal industrial, el níquel, con una subida del 8,5%.
Una rápida recuperación
Se están dando algunos factores que para Goldman Sachs son característicos del arranque de un superciclo alcista, como la debilidad del dólar estadounidense, o los precios de los metales industriales alcanzando "máximos de varios años". En lo que va de 2021 solo el plomo y el zinc han bajado de precio en la Bolsa de Metales de Londres, con caídas del -0,2% y del -2%, respectivamente, un retroceso que no ha servido para borrar la subidas que acumulan en los últimos 12 meses.
Y es que, en el último año natural, los avances de las mayor parte de materias primas que recoge Bloomberg son de doble dígito, con metales como el aluminio subiendo casi un 40% en el mercado londinense, y revalorizaciones de casi el 30% para el cobre y el níquel, y de más del 20% para el estaño.
La caída del dólar ha sido un apoyo para estos activos (las materias primas tienen una clara correlación inversa con la divisa estadounidense), con un descenso de más del 11,6% desde los máximos que tocó el índice dólar en 2020. El rebote del 1,5% que acumula el índice desde los mínimos de enero de 2021 por el momento no ha frenado el avance de la mayor parte de recursos básicos en el arranque del ejercicio.
Parece que, por el momento, los buenos datos macro de China, el mayor consumidor de materias, y las expectativas de una recuperación tras la pandemia, gracias en parte a las vacunas, están pesando más que la última subida del dólar estadounidense.